Siete emocionantes tipografías «stencil» seleccionadas por Ana Moliz 

Más allá del concepto stencil, el talento y la libertad creadora dan lugar a fuentes tipográficas de enorme valor estético y profundidad conceptual. 

El stencil o, en castellano, estarcido es una de las técnicas artísticas más antiguas. Las muestras de estarcido de mayor antigüedad que se conocen son impresiones de manos sobre las paredes de cuevas en lugares tan dispares y alejados entres sí como Maltravieso, en Cáceres, o la Cueva de las Manos, en la Patagonia argentina, aunque la española es mucho más antigua que la americana. 

Demos ahora un salto adelante de varias decenas de miles de años y echemos un vistazo a cómo una técnica artística prehistórica ha jugado un papel protagonista en el arte político o de agitación. Al tratarse de un modo de pintar que no requiere que el artista se demore más de la cuenta en el lugar de los hechos, generalmente la vía pública, el estarcido con espray ha sido muy usado para realizar grafitis más o menos subversivos.

Dos artistas urbanos, ampliamente reconocidos, que han cimentado su carrera con esta técnica ancestral son el francés Blek Le Rat y el presuntamente británico Banksy.

Por su facilidad y manejabilidad, el estarcido ha tenido muy diversos usos en todo tipo de sectores, desde el meramente comercial, para sellar, por ejemplo, cajones de transporte de fruta, hasta el textil, la decoración o el simple marcado de toda clase de objetos.

tipografía stencil 

El estilo tipográfico stencil viene directamente de ahí, de ese mundo de plantillas que han servido de soporte a todo tipo de mensajes, desde el más banal al más peligroso. 

Las tipografías stencil, por lo tanto, tienen como principal característica que las partes de la letra nunca se tocan, permanecen flotantes en una relación a veces sutil y otras más distante o fría. Esta característica morfológica, inevitable al recortar las letras en el soporte de papel o metal, se ha acabado convirtiendo en identidad conceptual, para terminar mezclándose actualmente con otros estilos tipográficos, como veremos en la siguiente selección, donde la necesidad acaba convertida en interesantes ejercicios de estilo. 

auguste sans y serif, de colophon

La fuente original de Auguste son unas letras estarcidas sobre una antigua botella de cerámica. En un principio, la intención de sus diseñadores, Studio Makgill, fue desarrollar una fuente que contuviera su peculiar combinación de serif y sans serif, pero finalmente el proyecto acabó por bifurcarse en dos grandes familias, Auguste Sans y Auguste Serif, cada una con cuatro pesos, light, regular, medium y bold.

El resultado son unas letras esbeltas y gráciles, de personalidad compleja que no rehúye cierta contradicción, esa que la termina de dotar de atractivo. 

sisters, de laura meseguer

Sisters es la prueba fehaciente de ese baile estático que, casi como un milagro de las formas, surge de vez en cuando de las entrañas de la tipografía. Su sobriedad, estilización y aparente sencillez son precisamente la señal inequívoca de la sabiduría tipográfica de su creadora, Laura Meseguer; llegar a tal expresividad con tan parca economía de medios no está al alcance de cualquiera. 

Sisters se presenta en cuatro estilos, numerados del uno al cuatro en orden aparición. Sisters One es fina; a Sisters Two se le añadieron contrastes; en Sisters Three se igualaron los contrastes para hacer un peso bold, y, finalmente, Sisters Four posee un atractivo aire art déco. Además, no contiene minúsculas, solo mayúsculas, para acentuar que su lugar está en los titulares. 

carmin, de théo guillard

Carmin, lo último del diseñador tipográfico francés Théo Guillard, tiene, por ahora, solo dos pesos, light y extrabold, dos extremos, al igual que su propio concepto, un baile temporal entre las unciales y las stencils.   

El baile de formas da lugar a un intrincado paisaje de ángulos, líneas rectas y curvas que produce un aire inquietante, nervioso incluso. 

fs renaissance, de pedro arilla y craig black

FS Renaissance es una display stencil fruto de la colaboración entre el artista gráfico Craig Black y el diseñador tipográfico Pedro Arilla para Monotype.

Se trata de una indagación en la naturaleza artística de las formas de las letras, pero sin perder nunca de vista su primordial función práctica. Ambos creadores buscaron inspiración en el periodo renacentista, por su significación con la educación y el progreso científico y artístico. FS Renaissance es una fuente tipográfica de serena expresividad y elegancia formal y profunda coherencia interna. Belleza máxima. 

orientation, de sandrine nugue 

Sigo el trabajo de la francesa Sandrine Nugue desde que, allá por 2015, asistí a su ponencia en el marco del TypoMad. Sandrine es una diseñadora, a nuestro parecer, con una sorprendente capacidad para la sutileza, ese detalle sigiloso y colocado en su exacto lugar, capaz de elevar todo el conjunto. Orientation, podríamos decir, es una fuente sutilmente stencil, por su concepción y por la fina capacidad de la diseñadora de abstraer las formas de las letras hasta llevarlas a los límites de la legibilidad. 

Orientation es, por tanto, una stencil display de marcadísima personalidad, algo setentera, algo futurista, algo funky y algo ambient. Una delicia.

laima, de bogidar mascareñas

Un leve desplazamiento de las diferentes partes de la letra genera el movimiento necesario que infunde vivacidad a Laima. Una fuente de marcada personalidad caligráfica, que intenta alejarse del estilo stencil más industrial y pesado. Y lo hace mediante un elegante aire de pincel, con trazos delicados y lentos. Laima supone, pues, un interesante giro estético al fusionar elementos conceptuales que se presuponían muy alejados entre sí. 

De hecho, ese es precisamente el hilo invisible que une estos siete trabajos tipográficos, más allá del planteamiento stencil: el afán explorador, libre de prejuicios, de sus creadoras y creadores da lugar a letras emocionantes, profundas y libres. 

casa stencil, de pangram pangram

El nombre de esta fuente es casi una declaración de principios. Se trata de una display que lleva el concepto stencil hasta el límite de las distancias en el que una letra podría dejar de serlo. Y, además, lo consigue de un modo altamente elegante y expresivo. No temiendo ceder gran protagonismo al espacio vacío, como intentado demostrar que existe una fuerza gravitatoria tipográfica que impide que la letra se despedace en trozos sin sentido.  

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