Este mes ha salido a la luz el nuevo álbum de Vetusta Morla, Mismo sitio, distinto lugar. Entrevistamos a Rubén Chumillas –diseñador gráfico con base en Madrid, que ha llevado a cabo el colorido packagign del disco– para que nos cuente cómo ha creado esta portada y cómo ha sido la relación con su cliente, es decir, con Vetusta Morla.
Sobre Mismo sitio, distinto lugar
¿Cómo surgió este proyecto para Vetusta Morla? ¿Se pusieron ellos en contacto contigo para diseñar la portada de su nuevo álbum? ¿Cómo ha sido la relación con ellos?
Yo descubrí a Vetusta Morla con su primer y celebrado disco Un día en el mundo y desde entonces se ganaron mi fidelidad. He seguido su trabajo y he comprado sus discos.
La colaboración surgió de una forma muy natural: Trabajo con una amiga de Pucho, un día me pidió un portfolio con mis trabajos para unos colegas, no me concretó quienes, y al mes y medio recibí la llamada del equipo del sello discográfico (Pequeño Salto Mortal) de la banda para tener una primera toma de contacto que terminó convirtiéndose en colaboración.
Desde el primer momento, Álvaro, David, Guille, Jorge, Juanma y Pucho fueron muy cercanos y participativos. Compartieron sus impresiones sobre el trabajo que acababan de cerrar y sus conclusiones al respecto; compartimos referencias, posibles vías por las que desarrollar la gráfica y la identidad finales… Toda esta información fue vital para que yo también pudiera generar mi visión personal del álbum.
Nunca olvidaré el día en el que escuché dos veces seguidas Mismo Sitio, Distinto Lugar; la primera para apreciar el cambio de sonido y la segunda, con las letras delante, para poder ahondar en sus mensajes. Fue mágico.
¿Partías de algún briefing con instrucciones concretas o había libertad absoluta en la creación de la portada del nuevo álbum de Vetusta Morla?
La única premisa fue el uso de una paleta cromática amplia. Color. Mucho color. Gocé de una libertad total para plantear el arte (la nueva identidad, la tipografía, el estilo de ilustración, el desarrollo del pack y la elección del material y acabados). Me han permitido crear una obra de autor, mi interpretación de Mismo Sitio, Distinto Lugar.
Las ideas que manejé fue la representación de dos lugares que pudieran existir en el mismo momento a partir de una referencia que los propios Vetusta Morla me descubrieron: el cómic Here, de Richard McGuire.
Tras analizarlo y jugar con las posibilidades de un plano como es una hoja de papel en blanco, decidí que la mejor forma de representar esos lugares posibles en un mismo momento era a través de un recurso tan sencillo como el plegado (porque permite la superposición y la existencia de planos-lugares al mismo tiempo) y aprovecharlo para generar un juego visual con las ilustraciones. Quise convertir el álbum físico en una experiencia sensorial que invitase a la manipulación.
¿Qué proceso creativo has seguido a la hora de crear la ilustración de la portada del nuevo álbum de Vetusta Morla, Mismo Sitio, Distinto Lugar? ¿Ha habido feedback constante con Vetusta Morla?
El trabajo ha sido mucho más amplio que la creación de la portada. Ha sido un ejercicio de diseño total, incluyendo la creación del nuevo logotipo de la banda. Seguí el mismo proceso que en un proyecto editorial: clasificación de la información, definición del formato, estructura y organización de la información y finalmente la creación de las ilustraciones necesarias.
Primero planteé el soporte en función de las partes que consideré prioritarias: la ubicación del libreto que contendría la información, la ubicación del disco, el recurso del plegado… El resultado fue un pack de tres palas similar a un digipack. Tanto el cd como el vinilo comparten esta estructura, quería evitar diferencias en la presentación física de los dos formatos a toda costa. Si son las mismas canciones, el mismo álbum, ¿porqué tendrían que tener presentaciones diferentes? En la versión para Latinoamérica también intenté que la adaptación fuera lo más fiel posible a la comercializada en España, que se perciba igual de cuidada.
El tiempo con el que conté para todo el desarrollo de la propuesta fue muy ajustado, en apenas tres semanas se cerró y supuso momentos de tensión, pero también un ejercicio de confianza brutal en mi trabajo. Me dejaron hacer. El feedback fue constante e intenso, creo que ha valido la pena y que complementa bien la maravilla musical que se han marcado. La evocadora portada condensa todo el universo gráfico y poético que contiene el interior de este álbum. Es una invitación a sumergirte en él.
¿Qué técnicas o recursos has utilizado para diseñar las ilustraciones?
Todas las ilustraciones que componen el arte están elaboradas con técnica mixta. Primero trabajadas con acrílico y gouache y finalmente editadas digitalmente. La técnica fue elegida para potenciar, junto al papel elegido sin estucar y texturado, la sensación de obra gráfica original en los formatos físicos y para que resulte orgánica y cercana en los soportes digitales. Todas las ilustraciones guardan una coherencia cromática y estilística para generar un sistema gráfico sólido.
La tipografía y los colores utilizados parecen apuntar a un cambio respecto a las portadas anteriores del grupo, ¿a qué se ha debido?
Tanto la banda como el equipo de Pequeño Salto Mortal expuso de un modo muy claro desde el principio que este disco debía ser un punto y aparte tanto en lo musical como en lo visual. Un nuevo comienzo. Una refundación de la banda. Tras la oscuridad de La Deriva querían transmitir la luz y el optimismo en este nuevo trabajo de un modo rotundo. De las numerosas reuniones y puestas en común de ideas, extraje cuatro conceptos fundamentales compartidos con la banda que me sirvieron de puntos de partida para desarrollar todo el arte:
1. Lugar. Derribar el antiguo hogar para construir uno nuevo: experimentaron un cambio en el proceso creativo, lo que les permitió descubrir posibilidades no imaginadas desde lo asentado.
2. Sonido. Disco como proceso inacabado, que el directo lo vaya mutando y evolucione: la música adquiere una mayor relevancia y se empapa de nuevos matices en el disco, genera distintas atmósferas. Cada canción se modela según sus necesidades específicas pero creando un archipiélago de canciones independientes que configuran un todo coherente.
3. Tiempo. La madurez alcanzada por el grupo es un retorno a la niñez: el deseo de jugar, despojarse de lo aprendido, de sus formas de hacer y trabajar hasta la fecha. Perderse voluntariamente para encontrarse, para disfrutar de la creación en sí misma y confiar en otras personas para completar el proceso.
4. Color. La actitud y la capacidad de adoptar un punto de vista diferente: tener una visión positiva de lo negativo. Saber encontrar la luz en la oscuridad.
¿Qué tipografía se ha empleado en la carátula del nuevo álbum de Vetusta Morla?
La tipografía del logotipo es la Maax Medium de la fundición 205TF y la del título del álbum la Garalda Pro Italic distribuida por Typetogether.
En la aplicación de las dos tipografías se han explotado sus características Open Type, sets estilísticos que ofrecen interesantísimas variantes de los caracteres.
Con esas premisas en lo gráfico, tipográfico y conceptual creé una portada que es un homenaje al inicio de la banda, a su primera portada e inicio de su exitosa carrera: el fondo blanco y la presencia de rojos y azules, una tipografía geométrica en el logotipo que emula los primeros bocetos de la Futura, coetánea de la Kabel, un formato más cuadrado…
Un nuevo comienzo. Volver a los orígenes de un modo diferente para andar nuevos caminos. Abrir un nuevo ciclo.
Imaginamos que antes de llegar a la idea final harías muchos bocetos, ¿cómo eran? ¿Estás satisfecho con el resultado final?
Algunas veces son rápidos, meros apuntes para comprobar que las composiciones funcionan o a modo de recordatorio y otras más elaborados si tengo que mostrarlos al cliente. En este caso desarrollé bocetos muy primarios de todas las ilustraciones que conforman el arte para mostrarlos en el desarrollo del pack y se entendiera la propuesta.
Estoy muy satisfecho con el resultado al ver cómo la gente ha reaccionado y está valorando todo el trabajo de arte, ya no solamente la parte musical. Que se aprecie de la forma que fue pensado es signo de que el trabajo está bien hecho, y no hay mayor orgullo para un profesional.
¿Qué papel ha tenido la música de este nuevo álbum de Vetusta Morla a lo largo de todo el proceso de creación?
Ha sido la banda sonora de todo mi proceso creativo. Sus canciones las tengo grabadas a fuego. Es inspirador, valiente e intenso. Han sabido crear nuevas atmosferas sonoras cargadas de matices que potencian el mensaje de las letras y que calan rápidamente.
Lo describía en las líneas anteriores como un archipiélago, y no se me ocurre mejor descripción que la de un lugar formado por varios lugares en los que poder naufragar, habitarlos y descubrir el paraíso en el que quedarte para siempre.
Sobre Rubén Chumillas
Actualmente, compagina su trabajo en la Dirección de Arte de la editorial Santillana con proyectos externos al frente de su propio estudio. Ha ganado premios como el Laus Oro Estudiantes 2014, el Laus Oro y el Grand Laus Estudiantes 2015, jurado Laus Estudiantes 2016 y Laus Bonze Profesional 2017. Además, ha impartido cursos y clases de tipografía y ha participado como ponente en diferentes eventos de diseño.
¿En qué proyectos estás trabajando ahora mismo?
En la actualidad me encuentro inmerso en varios proyectos como estudio. Por un lado, estoy diseñando e ilustrando un libro muy especial para la editorial Dos Bigotes, compartiendo co-autoría con el escritor y dramaturgo Nando López. Por otro, colaboro en la Dirección de Arte audiovisual en un proyecto musical interesantísimo que acaba de nacer, tras estar gestándose desde hace algo más de un año, llamado wrong y que irá creciendo single tras single de una manera periódica hasta hacerse finalmente LP; es un proyecto vivo e ilusionante en el que estamos implicados muchos creadores.
¿En qué otros proyectos has participado?
Hace muy poco que he cerrado la gráfica y el diseño de la exposición Pasa página. Una invitación a la lectura que organiza Acción Cultural Española y que ya puede visitarse en la Biblioteca Nacional de España.
También tuve la suerte de poner mi granito de arena en el universo de Los nombres del fuego, una novela transmedia de Nando López dentro del proyecto editorial Loqueleo, un sello de literatura infantil y juvenil relativamente nuevo en el que también participé en su creación dentro de Santillana, y en el que trabajo día a día la parte de Arte junto a mis compañeros de departamento.
Además me han brindado la oportunidad de ilustrar la portada de uno de los números de Babelia y su artículo principal tratando un tema que me apasiona: cómo el idioma condiciona nuestra forma de pensar y la filosofía.
Si tuvieras que definir la estética de tu trabajo…
No soy consciente de si tengo un estilo marcado en líneas generales como diseñador gráfico, lo que intento es adaptarme a las diferentes necesidades que plantean los encargos que recibo y abordarlos de una forma lo más objetiva posible; sin embargo, al ser un sujeto, creo que siempre se filtra algo de subjetividad y quizás sí pueda llegar a reconocerse una forma de hacer a pesar de basar todo mi trabajo en los conceptos y las ideas.
Cuando me llegan encargos pidiendo concretamente el estilo de The Guilty Hand [Premio Acento G 2014], sí puedo definirlo como un estilo sensible pero desasosegante, creo que la gente conecta con sus mensajes al representar personajes anónimos y sin género. Unas veces en blanco y negro y otras en color. Importan las emociones y no la apariencia. Importa el universo interior, lo invisible e intangible. Todas las personas compartimos los mismos miedos, aspiraciones, sensaciones… Y por eso creo que resulta atractivo a todo tipo de personas.
Hemos visto que has hecho portadas para diferentes libros anteriormente, ¿el trabajo para el nuevo álbum de Vetusta Morla (Mismo sitio, distinto lugar) ha sido tu primer diseño de portada de álbum?
Antes había diseñado la portada de Ecdisis , un proyecto rap del que formé parte desde el principio, como en wrong. Tuve la suerte de vivir la evolución de todos los temas hasta las versiones definitivas. Pero he estado más centrado en el diseño de portadas de libro. En Loqueleo tenemos la suerte de crear las cubiertas de la serie juvenil con una libertad total, pero siempre bajo la premisa de que estén basadas en una corriente artística o gráfica de la época en la que transcurre la novela. Son muchos los títulos que se lanzan al año y eso hace que mi producción de cubiertas de libro sea alta.
Para diseñarlas siempre nos empapamos de las historias, las leemos e intentamos encontrar su esencia y condensarla en una única ilustración. Este ejercicio, de manera repetida, te vuelve más rápido para resolver y, al mismo tiempo, te dota de más herramientas para entender y hacer visible lo abstracto del contenido. Es un proceso apasionante que puede trasladarse a otros campos, como a la música, en este caso. Abordé Mismo Sitio, Distinto Lugar como una novela, como un poemario en el que había nexos comunes entre las canciones y que en su totalidad te narraban una historia.