¿Qué hacen los creativos para afrontar el síndrome posvacacional?

Está más que estudiado. El síndrome posvacacional, aunque no se trate de ninguna enfermedad, puede afectar a cualquiera profesional de cualquier disciplina que se haya tomado unos días libres y se vea de vuelta a la rutina. 

Photo by Priscilla Du Preez on Unsplash

De hecho, según Adecco, la cifra de profesionales que lo sufren va en aumento. Pero ¿cómo afecta este síndrome al creativo? ¿Cómo puede este sobrellevar la vuelta al trabajo tras unos días o semanas de desconexión?

Aunque lo de desconectar en los creativos no sea del todo cierto —ya que el cerebro creativo no para de hacer conexiones de las que surgen ideas interesantes vaya a donde vaya y haga lo que haga— sí que es muy probable que pase por un periodo en el que cambian de rutinas, quizá ya no miren el correo de forma frecuente, no estén tan metidos en las redes sociales o no tengan en su top de preocupaciones las distintas tareas que, aunque importantes, son menos creativas y más de gestión. 

Tener que volver a este tipo de hábitos puede provocar un sentimiento de aburrimiento, de irritación.

Puede notarse falta de concentración o incluso tener falta de sueño ya que se pasa de un periodo de ocio donde no hay horarios ni quehaceres, a uno de obligaciones donde la procrastinación no es bienvenida. Esto se traduce en una disminución de la producción y estar unos días con el ánimo bajo.

De ahí a que la vuelta al trabajo resulte tan dura. Y es que, como dice Gema Arias —Directora de General de Estrategia Creativa de la agencia Kitchen—, lo más difícil es la vuelta a las obligaciones: «Me encantaría poder decir como mi hija que tengo ganas de volver al cole, yo, la verdad, no las tengo del todo. Y no es la vuelta al “cole” en sí lo que me mata, es la vuelta a las obligaciones, a las rutinas impuestas lo que de verdad creo que se nos hace complicado. Porque si te gusta tu trabajo, y creo que es el caso, si estás trabajando en una agencia de publicidad, la vuelta al trabajo no es lo duro, lo duro es todo lo que lo acompaña. En mi caso la vuelta a despertarme con despertador es lo que peor llevo. Maldito despertador».

Ya seas freelance o no, si tú eres uno de estos creativos, no te preocupes porque hay trucos con los que hacer más llevadero esta transición y que harán que te vuelvas a enamorar de tu trabajo. Para saber cuáles son, hablamos con diseñadores, ilustradores, tipógrafos y agencias de comunicación.

empezar poco a poco

Para empezar, —y según coinciden muchos creativos— es buena idea que te incorpores de forma progresiva. Por ejemplo a mitad de semana (esto hará que tengas la perspectiva del fin de semana más cerca) o empezar con una media jornada. O como aconseja la diseñadora Laia Guarro: «Sal temprano del trabajo y aprovecha la tarde, así aun te parecerá que estas de vacaciones, e intenta escaparte el primer fin de semana, y alargarás un poco más [las vacaciones] pudiendo quemar los últimos cartuchos veraniegos».

«Mi idea este año es volver a coger el ritmo poco a poco. Al estar sólo con proyectos propios tengo el lujo de decidir las ‘fechas de entrega’ y poder pegarme 3 semanas de adaptación, que no todo el mundo puede».
Alberto Romanos

Naranjo-Etxeberria

Quienes también apuestan por una entrada al trabajo más suave son Naranjo-Etxeberria: «Lo que hacemos al volver de vacaciones es trabajar media jornada durante la primera semana para que la vuelta sea progresiva. Esa semana aprovechamos para ponernos al día. Primero a nivel personal y después hacemos un repaso general del punto en el que está cada proyecto y empezamos a retomar contacto con los clientes».

Laia Guarro se suma a la propuesta de entrar al trabajo de forma progresiva: «No vuelvas de golpe, poco a poco sabe mejor. Si puedes, el primer día trabaja pocas horas, el segundo día, un poco más y así sucesivamente. Así acostumbras al cuerpo y la mente».

emprender tareas ligeras

Durante las vacaciones o durante las primeras semanas que se reincorporan al trabajo, hay creativos quienes, además de decidir llevar a cabo tareas de forma progresiva, también hacen otras actividades que a lo largo del año son más difíciles de realizar por la cantidad de trabajo.

«A veces me llevo el portátil por si hay algún problema con la tienda online pero hasta ahí. Otras veces, algún día me vienen a buscar a la oficina y nos vamos a comer juntos, cosa que el resto del año no podemos hacer. Algún otro día me quedo en casa, respondo correos a primera hora y el resto del día estoy con los pequeños en la piscina…», nos cuenta el tipógrafo Alberto Romanos.

«El primer dia charla con tus compañeros, lee los mails y organiza la semana. Con esto volverás a casa tranquilo y satisfecho de haber puesto las cosas en orden», aconseja Laia Guarro.

«Prefiero ir mirando mails los últimos días de vacaciones, poco a poco, aunque no los conteste, los puedo empezar a priorizar mentalmente y eso me hace no colapsar el primer día».
Gema Arias

Una técnica similar es la que le funciona a Íñigo Jerez: «Reviso el mail durante el verano para evitar encontrarme una montaña de mensajes a la vuelta. Durante el verano siempre trabajo en proyectos personales y lo primero que hago a la vuelta es revisar y ordenar todo el trabajo que he hecho en verano, es una manera de volver a la realidad menos dura (para mi)».

Alberto Romanos
finalizar proyectos o continuarlos

Además de dejarlo todo preparado antes de irse de vacaciones —como recomienda Laia Guarro: «Organiza la primera semana de trabajo antes de irte. Así puedes desconectar y no pensar demasiado a la vuelta»—, también es bastante recomendable intentar concluir cuantos más trabajos mejor: «Antes de irme siempre intento cerrar los proyectos que pueda tener abiertos, pero no siempre es posible. Este año ha habido suerte y al volver la última de julio sólo me esperaban un par de fuentes propias que quería publicar. Otros años los encargos se han venido conmigo de vacaciones y eso no es sano», asegura Alberto Romanos.

«Volver al trabajo es como abrir las compuertas de una presa de golpe y acabar totalmente ahogado».
Luis Demano

Sin embargo, el hecho de dejar un proyecto en ‘barbecho’ también puede significar una vuelta la trabajo más gratificante. Según Gema Arias «siempre ayuda que haya algún proyecto que retomar interesante. Creo que eso es mejor que tener un brief maravilloso, pero nuevo, en tu mesa el primer día. Poder retomar algo que ya sabes que está bien te ayuda a ir cogiendo ritmo de manera paulatina». 

desconectar del mundo tecnológico

La desconexión en vacaciones para algunos creativos significa una desintoxicación tecnológica total hasta principios de septiembre. Es lo que le ocurre al ilustrador Luis Demano: «Una de mis máximas es parar por completo mi actividad laboral el día 1 de agosto, meter el móvil en un cajón, y desconectar todos mis dispositivos digitales hasta el 1 de septiembre. Incluida la actividad en RRSS». Aunque, según afirma el ilustrador, en ocasiones es algo un tanto complicado: «A veces, no soy capaz de mantenerla. He tenido que volver a mi actividad un par de días antes para atender a clientes».

¡fuera deadlines!

Para Martina Flor, la clave es no establecer ninguna fecha tope para finalizar ningún proyecto: «Siendo que tengo dos hijos pequeños, ¡la vuelta al trabajo es el comienzo de mis vacaciones!, bromea.

Martina Flor

«Lo que hago es no poner ningún deadline durante esa semana de antemano, porque sé que voy a estar más lenta y contestando muchos mails atrasados».
Martina Flor

hacer ejercicio físico

También hay creativos que, debido a su perfil profesional y a su trabajo, tienen una sensación perenne de irse y volver al trabajo. Este es el caso del fotógrafo Pedro Saavedra: «Como mi pasión de explorador se mezcla con la del trabajo sentado diseñando en frente de una pantalla, mi vuelta de las “vacaciones” es casi habitual. Y entrecomillo vacaciones porque lo que menos hago es descansar». Pero asegura que hay una vuelta diferente a las demás y es la que coincide con la mayoría de trabajadores al finalizar agosto: «la vuelta a no poder aparcar con comodidad en la ciudad, o el vislumbrar de esos nubarrones grises en el horizonte que advierten de posibles chubascos ¿verdad?».

Para superar esta vuelta, Pedro Saavedra emplea una técnica basada en el ejercicio físico: «Lo primero que hago es calzarme los botines y empezar a correr como un poseso. Día sí día no. Correr es una forma de meditar, de madurar pensamientos, y además liberas endorfinas. Es una forma de superar esa depresión posvacacional para ver la realidad —la de verdad—, de forma positiva.  De esa forma podrás pasar a organizar tu calendario de nuevos propósitos con júbilo: nuevos clientes, nuevos proyectos, nueva formación… Porque para algunos, al menos para mí, el nuevo año empieza con el mes de los coleccionables. Todo esto te motivará más para empezar con brío».

«Ten compasión de los demás, en este caso de tus clientes, ellos pasan por lo mismo que tú, escríbeles un mail dándole la bienvenida al mundo real y comentándoles qué tal la vuelta».
Pedro Saavedra

Pedro Saavedra
hacer la vuelta más estimulante

Otros consejos saludables son los que nos aporta Gema Arias. Por ejemplo, si trabajas en equipo, asegura que una de las mejores ventajas de volver al estudio o a la agencia es compartir con los compañeros experiencias y souvenirs en formato víveres: «Hay una cosa genial de la vuelta al trabajo y es que mucha gente vuelve con algo típico del lugar en donde ha estado, y así, los primeros días, los desayunos se llenan de ensaimadas, quesos, panes… y bueno, comer rico y escuchar historias siempre hace más llevadera la vuelta».

«Hay una cosa maravillosa que tiene esta profesión, y es que nunca sabes qué es lo próximo y qué vas a tener que inventar para afrontarlo, así que pensándolo mejor a lo mejor no hace falta tener 10 años para tener ganas de volver al ‘cole’».
Gema Arias

Gema Arias
reordenar actividades

La vuelta a la rutina también supone volver a tener un orden mental y de horarios que, tal y como explica Arias, ayuda a sobrellevar ‘la vuelta al cole’: «Para los que somos padres la vuelta al cole de verdad, la de nuestros hijos, nos ayuda a sobrellevar la vuelta a nuestro “cole” porque de alguna manera te ayuda a ordenar tu día. Para mí, definitivamente septiembre es el principio de año y el momento de hacerme propósitos personales y profesionales, y eso, siempre recarga las pilas. Por lo demás, que los horarios sean conciliadores con la vida, teletrabajar o ponérnoslo fácil para poder afrontar las complicaciones del día a día, es algo que llevamos ya muchos años haciendo en Kitchen, así que eso es un estrés que ya nos hemos quitado». 

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