¿Qué está pasando con Domestika?

A principios de 2022, Domestika, la compañía española de formación en línea obtuvo una inversión de gran envergadura. Sin embargo, poco tiempo después, comenzó a desmantelar todas sus sedes internacionales y actualmente está reduciendo costos en España.

Hace poco más de un año, Domestika era el ejemplo de éxito entre las empresas digitales españolas. En enero de 2022, tras una exitosa ronda de financiación que recaudó 110 millones de dólares (alrededor de 97 millones de euros), esta empresa de cursos en línea se convirtió en un “unicornio”, alcanzando una valoración por encima de los mil millones de euros. Durante 2021, experimentó un crecimiento exponencial, expandiendo su negocio, aumentando su plantilla y estableciendo estudios en el extranjero.

Sin embargo, lo que no sabían en aquel momento era que aquel era su techo y no tardarían en empezar una caída en picado. Según explica eldiario.es después de hablar con algunos trabajadores, poco después de alcanzar este hito de inversión empezaron desmantelarlo todo. El resultado es que en estos días afronta su segundo ERE en 2023 que afecta a 89 personas, el 65% del personal, en sus estudios de grabación de Madrid.

Miembros del personal de la plantilla han explicado a eldiario.es que «cerraron todas las sedes que habían abierto en el extranjero. Perú, Chile, Colombia… todas las de Latinoamérica y luego también las europeas: Reino Unido, Italia, Francia y Alemania. Algunas llevaban solo unos pocos meses abiertas. Después de invertir en hacer reformas en los locales, los cerraban, todo era rarísimo».

la irrupción de la ia

Actualmente, Domestika se encuentra inmersa en negociaciones de un ERE que tendrá un impacto significativo en su estructura en España, llevándola a ser aún más reducida. En marzo, la empresa anunció otro ERE que afectaría a 88 empleados de su filial DMSTK SL, encargada de labores administrativas y de marketing. Según informaron los trabajadores a eldiario.es, una parte de estos puestos de trabajo ha sido reemplazada por la plataforma de Inteligencia Artificial ChatGPT. Es importante mencionar que el año pasado la compañía también llevó a cabo despidos de 70 personas entre ambas empresas, un hecho que los empleados consideraron como un “ERE encubierto”.

Aunque en esta nueva oleada de despidos el impacto de la IA no parece ser el principal motivo, es evidente que se están realizando pruebas para incorporarla a sus mecanismos de producción. Las empresas están comenzando a explorar las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial para optimizar procesos y reducir costos. La incorporación de la IA en los mecanismos de producción tiene el potencial de automatizar tareas repetitivas y rutinarias, pero también plantea interrogantes y desafíos significativos.

Por un lado, está la preocupación por la pérdida de empleos y la necesidad de garantizar la reconversión laboral para aquellos trabajadores cuyas funciones se ven amenazadas por la automatización. Por otro, también es fundamental abordar cuestiones éticas y de responsabilidad, como la transparencia en la toma de decisiones de la IA y la protección de datos. Además, es crucial considerar el impacto social y económico de la creciente brecha entre aquellos que poseen habilidades digitales y aquellos que se ven desplazados por la automatización.

En el caso de que perdure la compañía, los trabajadores de Domestika han asegurado a eldiario.es su inquietud por la calidad de los cursos después del desmantelamiento de las plantillas: «A nivel económico puede que les funcione, pero a nivel del producto, ¿van a seguir siendo buenos los cursos de Domestika?»

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