La constante evolución del paradigma tecnológico y las nuevas tendencias en diseño están cambiando el perfil tradicional del diseñador gráfico hacia un profesional multidisciplinar. Identidad corporativa, artes gráficas, ilustración, diseño web o animación son, así, competencias que cada vez se aproximan más al perfil del diseñador gráfico. Repasamos algunas de las competencias que están redefiniendo este nuevo perfil.
Si te apasiona el diseño gráfico y estás pensando en estudiar algo relacionado con esta materia, debes saber que este perfil profesional ha cambiado drásticamente en los últimos años. Antes el diseñador gráfico desempañaba su labor trasladando con maestría diferentes ideas al terreno gráfico y, ahora, también lo hace, pero con una sustancial diferencia: hay más herramientas y disciplinas a su disposición, lo que amplía las posibilidades que ofrece el universo creativo. Aunque es cierto que nadie puede saber absolutamente de todo, conocer las nuevas tendencias y competencias, en este sentido, resulta clave. Por ello, no puedes dejar de tomar nota de las siguientes siete disciplinas, cada vez más relevantes en el terreno del diseño gráfico.
1- Identidad corporativa
No es nada nuevo: una marca se define, en gran parte, por su identidad visual. Desde el logotipo hasta el naming pasando por la tipografía empleada, todo importa para captar la atención del consumidor de nuestro producto o servicio y, en este sentido, el diseño gráfico se convierte en imprescindible.
¿Sabías que Coca Cola no ha variado su imagen desde 1886, fecha de su creación? Aunque su slogan se ha ido adaptando y evolucionando según determinadas circunstancias, esta marca de refrescos ha demostrado que una identidad corporativa lo soporta todo; tanto es así, que tras más de 100 años de funcionamiento, su branding sigue siendo un ejemplo perfecto para el mundo publicitario. Generar reconocimiento de marca y aportar un valor añadido frente al resto de los competidores resulta, pues, fundamental.
2- Artes gráficas
Se suele considerar que las artes gráficas (en su sentido más estricto) están desfasadas, pero nada más lejos de la realidad. Las técnicas de grabado y dibujo y otros recursos dedicados a la impresión siguen ofreciendo todavía numerosas opciones y demuestran que la innovación no conoce límites. El diseño gráfico todavía encuentra un gran nicho de mercado en estas disciplinas, y las últimas novedades que han surgido en este terreno demuestran que quedan muchas posibilidades creativas por explorar.
La tinta blanca, por ejemplo, es una de las últimas propuestas que cada vez resulta más sencillo representar en proyectos y trabajos. Gracias al blanco opaco que esta tinta permite obtener en la impresión sin tener que recurrir a la serigrafía, es cada vez más utilizada por las marcas (entre otras, por ejemplo, Camper). La tinta volátil, por otra parte, tiene una curiosidad capacidad: desaparece con el tiempo, y puede convertir a un producto aparentemente normal en toda una experiencia.
3- Diseño editorial
De manera habitual surgen proyectos editoriales que revalorizan el papel con gran acierto, y para los que el diseño es esencial. Prensa, revistas y otras publicaciones necesitan el diseño gráfico para vestir sus publicaciones con la mayor coherencia y acierto posible e, incluso, algunos medios priman el diseño a los propios contenidos y ofrecen una pieza exquisita a nivel visual.
Aunque es cierto que algunas publicaciones en papel diarias han sufrido en sus carnes la irrupción de internet, otras han sabido adaptarse y reinterpretar su función. Así lo revelaba, por ejemplo, uno de los últimos estudios de la AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación), que indica que «los internautas continúan prefiriendo las revistas en papel frente a las online». El papel, sin duda, no está muerto.
4- Publicidad audiovisual
La realización y postproducción de vídeos publicitarios, clips musicales o videoarte es una manera de comunicación para las empresas en auge; más todavía, en una era donde la imagen manda sobre casi todo el resto de elementos compositivos de nuestras pantallas. El vídeo se está imponiendo cada vez más, y un diseñador gráfico puede reforzar este valor con una mirada indiscutible. Las cartelas, la tipografía empleada o la composición de elementos de una pieza audiovisual pueden ser elementos en los que se desarrolle.
La empresa independiente de investigación de mercados Forrester Research llegó a revelar hace poco más de un año que «un minuto de imágenes tiene el mismo impacto que 1,8 millones de palabras». La era de Internet, que nadie lo dude, ¡es visual!
5- Animación 2D y 3D
Las técnicas de modelado y animación están siendo cada vez más empleadas en la recreación de espacios, realidad virtual y diseño de efectos especiales. Un vídeo ya no solo tiene que ser como los de antaño, en los que reinaba unos recursos técnicos más limitados que los de ahora. Las posibilidades que ofrecen los nuevos programas de edición habilitan un sinfín de posibilidades, y muchas marcas han decidido aprovecharlo.
Las animaciones 2D y 3D, además, permiten utilizar diferentes texturas y acabados que resultan interesantes si son combinados con técnicas stop-motion, entre otras.
6- Diseño web y de apps
Cualquier marca que se precie pone a disposición de los usuarios de su servicio o producto una app para que estos puedan acceder a ella de la manera más sencilla posible. El diseño responsive es una palabra que ya no suena rara entre las bocas de los profesionales, e incluso Google comenzó en el año 2015 a penalizar las web que no tenían dicha capacidad de adaptación a distintos formatos. El diseño web y de apps es, así pues, cada vez más recomendable en el perfil de un diseñador gráfico.
La experiencia de usuario y el diseño adaptable es fundamental, además, en cualquier proyecto multimedia. La creación de aplicaciones nativas para móvil es una necesidad creciente de las empresas, que no deja de generar nuevos modelos de negocios, y que más allá de su funcionalidad, tiene que ser capaz de ser usable y atractiva para los usuarios, por lo que la mirada de un diseñador gráfico resulta imprescindible.
7- Packaging
Un packaging atractivo puede ser el factor definitivo que decida la futura compra, por lo que no es nada baladí su composición. La psicología del color, entre otras disciplinas adquiridas por un diseñador gráfico, resultan esenciales para poder confeccionarlo con éxito. Y no solo ello: el packaging todavía tiene que avanzar mucho más y ofrecer nuevas posibilidades, como el caso de ‘Naked’, un packaging inteligente que responde al tacto humano, y que corrobora que los envases todavía no han llegado a su época de oro todavía. Las posibilidades, así pues, no han hecho más que abrirse ante nuevos estímulos visuales y sensoriales.
¿Cómo aprender estas disciplinas? Si quieres saber lo necesario para poder enfrentarte a cualquiera de ellas, no puedes dejar de consultar el Grado Oficial en Diseño Multimedia y Gráfico que ofrece ESNE, Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología. Su título universitario de 4 años y 240 créditos ECTS está enfocado a las nuevas necesidades del mercado, y con él podrás acceder a estas competencias de manera sencilla y fácil, y formarte así en las últimas tendencias. Porque, lo que es aprender, no se debe dejar de hacer nunca, pero unas bases sólidas en estos conocimientos, sin duda, te permitirán construir sobre ellas todo lo que te propongas.