Nombra tres marcas de aceite

El pódcast Diseño a la vista aborda en una serie de tres episodios la relación del diseño con el sector del AOVE, el proceso de renaming de la Mezquita de Córdoba y la importancia del diseño para las startups.

‘Nombra tres marcas de aceite’: como si del juego infantil se tratara, al consumidor español le costará probablemente responder con solvencia esa pregunta. Quizás empezará citando a Carbonell y, en el mejor de los casos, otra marca más que ya no será unánime entre los encuestados. Todo a pesar de que el aceite es un producto del que, paradójicamente, España es líder mundial en superficie, producción y comercio exterior, según los datos del Ministerio de Agricultura. Entonces ¿por qué las marcas de aceite no están en nuestro imaginario colectivo?

El pódcast Diseño a la vista, creado por el Estudio Pablo Gallego y el estudio de narrativas sonoras Tacet, indaga en esta cuestión y propone algunas respuestas en uno de los tres episodios que componen la serie con la que se presenta.

Para el secretario de la Asociación Española de Municipios del Olivo, José María Penco, la clave tras ese nivel de desconocimiento en torno a las marcas del aceite en España está en que las marcas dominantes no se vincularon inicialmente a la idea de excelencia “sino que construyeron su identidad vendiendo aceite refinado”, a diferencia de los italianos, que apostaron por trasladar al consumidor un mensaje más valioso: el AOVE es un zumo de fruta, con unas calidades organolépticas excepcionales, un lujo para los sentidos.

En España la cultura del aceite remitió durante décadas más al esfuerzo y a la recolección como forma de vida; más a la tradición y al terruño que a la calidad. Aquí “la narrativa del AOVE es la herencia, el marquesado y la cooperativa, que no ha conseguido trascender mucho a un relato apasionante”, dice Juan Bolaños, responsable de narrativas de Estudio Pablo Gallego. El cambio “es espectacular”, afirma Penco, hace 20 o 25 años el packaging del aceite en España era una etiqueta con la Virgen del pueblo o, en el mejor de los casos, el castillo; ahora un aceite de 97 puntos sobre 100 ya no va en una garrafa de 5L con ese diseño”.

En este pódcast, los guías que acompañan al oyente son el director creativo y diseñador Pablo Gallego y Juan Bolaños. También ejercen ese papel en el episodio dedicado a explicar cómo asumieron junto al estudio Ohayō el encargo de ordenar la arquitectura de marca del Cabildo Catedral de Córdoba y a la principal marca que gestionan: la de la Mezquita-Catedral. La historia, conformada a modo de pódcast narrativo, relata cómo afrontaron junto al cliente el conflicto en el que se veía inmersa la institución religiosa, después de que el obispo de Córdoba hiciera público en 2010 su deseo de que a la Mezquita de Córdoba dejara de llamársela “Mezquita” para denominarla exclusivamente “Catedral”, lo que provocó una movilización popular sin precedentes en Córdoba en defensa de un nombre; de una marca, en definitiva. El reto no era menor: “Su primera idea fue que lo llamáramos Catedral de Córdoba, antigua mezquita, y, claro, eso no es un nombre, eso es una frase”, recuerda Pablo Gallego. En este capítulo se aboga por una mejor gestión del diseño de los bienes patrimoniales, que “se tiene que ejercer con responsabilidad y profesionalidad”, dice Bolaños.

El Estudio Pablo Gallego está especializado en diseño de marca en el sector del patrimonio y ha sido reconocido por varios de sus trabajos con el Premio Hispania Nostra y el Premio Laus de bronce. Junto a Tacet, estudio de narrativas sonoras que ha participado entre otros en la producción del premiado podcast periodístico ‘Anguita y Julio’, impulsan este proyecto sonoro que apuesta por narrar historias de diseño desde dentro de ellas, alejándose del formato conversacional, tan común en las producciones sonoras del momento.

La serie se completa con un episodio donde se evidencia la importancia de situar el diseño en el centro de negocio en los proyectos de emprendimiento. “Igual que no improvisas con la contabilidad de la empresa, el diseño y la comunicación no pueden ser una ocurrencia”, afirma el emprendedor Miguel Calero, de Wealize, que comparte micrófono con otros emprendedores, como Carmen de Prado de CUCO, Jesús Muñoz del festival Tierra 47 y Paul Reig de Bluerisk en una grabación que se desarrolló en el marco de la Semana del Emprendimiento de la Universidad Loyola. Los testimonios de estos emprendedores confirman que “la marca no es un gasto, sino un activo. El diseño apoya al emprendedor en la contratación de talento, la captación de fondos y la construcción de alianzas”, dice Calero, que asegura que gracias a esa inversión en diseño vendió su empresa a otra de gran tamaño, haciendo escalar su proyecto.

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