El editor americano, fallecido a los 92 años, trabajó junto a Robert Caro o Toni Morrison y fue director de la revista The New Yorker, de Simon & Schuster y de Alfred A. Knopf.
Robert Gottlieb, una de las grandes leyendas del mundo de las letras, ha fallecido a los 93 años de edad, según ha confirmado su mujer la actriz Maria Tucci. Comenzó su carrera en el mundo editorial en 1955, cuando se unió a Simon & Schuster como asistente editorial de Jack Goodman, quien era el editor en jefe en ese momento. En solo diez años, Gottlieb ascendió a la posición de editor en jefe en la misma editorial. Durante su tiempo en Simon & Schuster, uno de sus logros más destacados fue el descubrimiento y la edición de la novela “Catch-22” del entonces desconocido Joseph Heller.
En 1968, Gottlieb dejó Simon & Schuster y se unió a Alfred A. Knopf como editor en jefe, junto con Nina Bourne y Anthony Schulte. Poco después, ascendió a presidente de la editorial. Sin embargo, en 1987 dejó Knopf para suceder a William Shawn como editor de la influyente revista The New Yorker, donde permaneció en ese cargo hasta 1992. Después de su partida de “The New Yorker”, Gottlieb regresó a Alfred A. Knopf como editor.
Además de su trabajo como editor, Gottlieb también fue un prolífico escritor y crítico y contribuyó con frecuencia en numerosas publicaciones. También fue crítico de danza para The New York Observer desde 1999. Es conocido por haber escrito biografías de figuras prominentes como George Balanchine, Sarah Bernhardt y la familia de Charles Dickens. Además, publicó una colección de ensayos críticos y varias antologías, incluyendo Reading Jazz, Reading Dance y Reading Lyrics.
Aunque tuvo una carrera editorial muy exitosa, Gottlieb también recibió numerosas críticas. Una de las decisiones más controvertidas fue rechazar la novela A Confederacy of Dunces de John Kennedy Toole, la cual luego recibió el Premio Pulitzer tras ser publicada de manera póstuma después del suicidio del autor.
En septiembre de 2016, Gottlieb publicó su autobiografía titulada Avid Reader: A Life, en la que relató su experiencia y trayectoria en la industria editorial. Con la partida de Robert Gottlieb, el mundo editorial y literario pierde a una figura influyente y prolífica, cuyo trabajo dejó una huella duradera en la literatura estadounidense.