Muere Jorge Pensi, maestro del diseño español y creador de la icónica silla Toledo

El diseñador, arquitecto y músico Jorge Pensi (Buenos Aires, 1946 – Barcelona, 2025) ha fallecido en la capital catalana a los 79 años víctima de un infarto. Figura fundamental en la historia del diseño español, fue el autor de la icónica silla Toledo y uno de los creadores que mejor supo traducir la materia industrial en emoción y ligereza. Su muerte, ocurrida pocos días después de visitar Buenos Aires para donar dos de sus piezas al Museo de Arte Moderno, ha conmocionado al mundo del diseño.

“Tenía poco miedo y muchas ganas de volar. Nos enseñó que diseñar era vivir con libertad.”

Roman Proubasta, colaborador y amigo de Jorge Pensi durante 26 años

Con esas palabras, su amigo y socio Roman Proubasta resumía en La Nación el espíritu de Jorge Pensi, un creador que hizo del diseño una forma de pensamiento y una manera de vivir. Proubasta relató también que el diseñador “llevaba mes y medio con dolores en el pecho; había ido al cardiólogo el lunes y ayer, tras una ecografía, le dio el ataque fatal”. Su testimonio, sincero y sereno, revela la cercanía de quien compartió con Pensi más de dos décadas de trabajo, amistad y aprendizaje.

De Buenos Aires a Barcelona: una mirada que cambió el rumbo del diseño

Nacido en Buenos Aires en 1946, Pensi estudió Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA). En 1975 emigró a España atraído por la efervescencia cultural de una Barcelona que empezaba a consolidarse como capital del diseño. Allí colaboró con Alberto Lievore y, en 1984, fundó su propio estudio, Jorge Pensi Design Studio, desde el que desarrolló una obra que redefinió la identidad del mobiliario contemporáneo español.

Su filosofía era simple y precisa: crear el máximo de sensaciones con el mínimo de recursos. En cada pieza perseguía el equilibrio, la ligereza y la emoción contenida. “Como arquitecto veo el espacio en su totalidad. Como diseñador industrial veo el objeto individual”, afirmaba con frecuencia, convencido de que el diseño debía emocionar tanto como resolver una necesidad.

La silla Toledo: un icono que definió una época

Entre todas sus creaciones, la silla Toledo ocupa un lugar singular. Diseñada entre 1986 y 1988 para Amat, está fabricada íntegramente en aluminio fundido y anodizado. “Cuando se nos encargó la silla, a nadie se le había ocurrido que fuera de aluminio. Un día vi a un camarero cortando jamón con una cortadora de aluminio y pensé: si hay una cortadora de fiambre de aluminio, ¿por qué no una silla?”, contaba Pensi.

Ligera, ergonómica y apilable, la Toledo transformó un material industrial en un objeto poético. Ganó el Premio Delta de Oro, se convirtió en emblema de la Barcelona del diseño y fue incorporada a museos de todo el mundo. Apenas unas semanas antes de su muerte, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires la sumó a su colección permanente, un reconocimiento que el propio diseñador celebró con emoción durante su última visita.

Un creador entre el objeto y la música

Aunque su obra se inscribe en el diseño industrial, Pensi concebía la creación como un territorio sin fronteras. Fue también músico y compositor, autor de varios discos, el último de ellos Still Here, publicado en Spotify semanas antes de su fallecimiento. En la conferencia de clausura de la Bienal entre Bienales de Buenos Aires habló de esa relación entre música y diseño: “En la música se comienza trabajando por los acordes como soy triste y oscuro… mis acordes son menores, no son mayores”, comentó con ironía.

Para él, ambas disciplinas compartían una misma lógica: ritmo, equilibrio e intuición. Diseñar y componer eran, en el fondo, dos formas de ordenar la emoción.

A lo largo de su carrera, Jorge Pensi diseñó luminarias como la Regina (1988) para B.Lux, sillas como la Gorka (1993) para Akaba o la Delta (2015) para Vondom, y piezas textiles junto a su hija, la diseñadora María Pensi. Su obra forma parte de colecciones del Vitra Design Museum, el Museo del Diseño de Barcelona y el MoMA Buenos Aires. En 1997 recibió el Premio Nacional de Diseño de España, consolidando su lugar entre los grandes maestros de la disciplina

Un legado que trasciende generaciones

Su trabajo resume una ética y una estética: la del diseño que une razón y emoción, técnica y poesía. En tiempos de producción acelerada, su defensa de la durabilidad, la honestidad formal y la serenidad visual adquiere nueva vigencia.

“Lo mejor está por venir”, solía decir. Y quizá tenía razón: sus sillas, lámparas y melodías seguirán habitando el futuro como recordatorio de que la belleza puede ser también un acto de equilibrio.

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