Dick Bruna, creador de la popular conejita Miffy y autor de numerosos libros infantiles vendidos en todo el mundo, ha fallecido el 16 de febrero a los 89 años por causas naturales en su casa de Utrecht, su ciudad natal. Durante su vida, vendió 85 millones de libros, escribió e ilustró 124 historias y diseñó carteles y cuentos para múltiples campañas como el Día Mundial del Sida o Unicef.
El ilustrador holandés Bruna cuenta con un legado universalmente aplaudido. Nació en 1927 y vivió casi toda su vida en Utrecht, en una calle que lleva su propio nombre y cerca de la plaza Miffy, renombrada en su honor. Creó a la simpática conejita en 1955 para su propio hijo, pero alcanzó un éxito mundial, vendiendo millones de ejemplares y siendo traducidos a más de 50 idiomas.
Mientras estaba de vacaciones en Egmond aan Zee, Dick Bruna le contaría a su hijo mayor, Sierk, una serie de historias a la hora de dormir sobre un pequeño conejito blanco que se paseaba por el jardín de su casa en vacaciones. Este conejito se convirtió en la inspiración para Miffy. Más tarde, cuando Dick comenzó a esbozar a Miffy, decidió que preferiría dibujar al conejito con un pequeño vestido en lugar de un par de pantalones. Así, Miffy se convirtió en una conejita. En los primeros años, Miffy parecía un juguete esponjoso con orejas blandas, pero a partir de 1963, cuando los libros fueron publicados por primera vez en formato cuadrado, se convirtió en la conejita Miffy que conocemos hoy y que mira con confianza al lector con sus pequeños ojos negros.
Inicialmente, Miffy tiene dos orejas puntiagudas y mejillas rechonchas. A partir de El sueño de Miffy (1979) y todas las historias siguientes, sus orejas y cara son ligeramente más redondos y más equilibrados. Después de eso, su cuerpo se volvió algo más redondo y más suave. Tras la publicación de Miffy en la tienda (1995), su apariencia permaneció prácticamente igual hasta 2001, cuando las proporciones de su cabeza y cuerpo cambiaron ligeramente en Miffy el fantasma, haciéndola mirar más como un niño pequeño. Y después en Miffy y el nuevo bebé (2003), ella se convirtió en una hermana mayor.
Dick Bruna era hijo de uno de los mayores editores de Holanda. El éxito de su empresa editorial se basó en el hecho de que poseían una librería en prácticamente cada estación de tren. Su padre quiso que se convirtiera en editor también, pero no le atraían mucho los negocios. En cambio, su hermano siguió los pasos de su padre haciéndose cargo del negocio familiar.
Con los años trabajó en el diseño de quizás varios miles de libros publicados por la empresa. También se encargó de la traducción de varios libros al holandés.
Se mudó a París después de la Segunda Guerra Mundial, donde recibió una gran influencia de Matisse. Regresó poco después a los Países Bajos y estudió en la Academia de las Artes de Amsterdam centrándose en la ilustración. Acabó abandonando los estudios para trabajar en la editorial de su padre, AW Bruna & Zoon, donde diseñó portadas como las de la serie de detectives Black Bears.
En una primera etapa el estilo de Bruna estuvo influenciado por diseñadores y pintores neoclásicos de la escuela holandesa como Bart van der Leck, Piet Mondrian y Gerrit Rietveld.
Durante su vida, Dick Bruna vendió 85 millones de libros, escribió e ilustró 124 historias y diseñó carteles y cuentos para múltiples campañas como el Día Mundial del Sida o para Unicef. Bruna ilustró varias cubiertas de libros de autores reconocidos. Sus diseños de carátulas para Maigret de Georges Simenon son especialmente famosos.
A pesar de su avanzada edad, Bruna seguía dibujando y había recibido numerosos premios, aunque en el 2011 dejó de aparecer en público.
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