La editorial Campgràfic acaba de presentar nuevo libro dedicado a la figura de Martin Solomon: diseñador, publicista, tipógrafo y docente, y uno de esos grandes maestros cuya obra todo buen diseñador debería conocer. Así, la publicación de Martin Solomon. Un trabajo en curso es motivo de celebración ya que hace honor a la vida y obra de esta figura del diseño para muchos desconocida.
Martin Solomon (Nueva York, 1932-2006) pertenecía a una especie poco común, la del diseñador-tipógrafo. Esa figura que sabe ejercer la profesión en sus diversas modalidades, siempre con pasión. Por un lado, tenía la visión y la capacidad de diseñar con tipos, es decir, de saber la mejor combinación para aplicar. Por otro, también fue un gran diseñador de tipos. Ello sin contar la importante labor que ejerció como divulgador.
Su carrera gozó de un amplio recorrido. Perteneció a esa generación de diseñadores hijo de una familia de origen judío que llegó a Estados Unidos a principios del siglo XX en busca de una vida mejor. Desde pequeño compatibilizó el trabajo con los estudios. Su inclinación por el dibujo forjó parte de su formación artística.
Ya en el terreno de la publicidad, la carrera de Martin Solomon empezó a despuntar en Madison Avenue como subdirector artístico de la agencia Harry Server Advertising y posteriormente de la Doyal Dale & Bernbach, entre otras, en las que destacó por el tratamiento de la tipografía.
Desde la meca del capitalismo e inmerso en sus estructuras productivas, Martin Solomon generó una obra propia que fue divulgando en agencias de publicidad y universidades a través de la obra y la docencia.
Desde 1961 formó parte del Type Directors Club y fue asiduo en la revista tipoGráfica que dirigía en Buenos Aires Rubén Fontana, en cuyas páginas volcó parte de sus reflexiones.
A esta trayectoria hay que sumar la intensa e importante labor como divulgador y docente. Todo ello lo relata magistralmente Alexa Nosal, quien durante más de 25 años fue su pupila y compañera de trabajo. Algo que se nota y que el lector agradecerá por el cariño puesto en cada frase y cómo el libro se tiñe de curiosidades y anécdotas.
Este libro no recoge toda su obra; una labor imposible por la amplitud de trabajos y también porque muchos de ellos lamentablemente se han perdido. Sin embargo, como explica Alexa Nosal, «sus aportaciones seguirán inspirando a otros individuos y el legado de Martin continuará a través del trabajo de éstos». De ahí que el título del libro, Martin Solomon. Un trabajo en curso, siga siendo válido.