Muy centrado en la identidad gráfica, su trabajo se caracteriza por la sencillez y por la fuerza comunicativa. Su célebre trayectoria fue galardonada en el 2010 con el Premio Nacional de Diseño y en el 2014 con el Premio Gràffica.

Mario Eskenazi (Córdoba, 1947) es un diseñador gráfico argentino que transciende épocas y modas. Llegó al diseño de casualidad, de la mano del cómic, en la revista Graphis y su primer encargo importante fue el logotipo de la Banca Catalana, realizado en 1975. Sus proyectos sirven de referente en el ámbito de la identidad visual corporativa en España, destacando su trabajo para marcas como Evax o entidades como Banc de Sabadell. Tanto en el campo de la publicidad como en el diseño gráfico, Eskenazi aúna la inteligencia conceptual y la simplicidad gráfica, dándoles un significado a través de la comunicación.
primeros años
Estudió arquitectura en su ciudad natal y realizó sus primeros pinitos en el diseño con un cartel para una manifestación. La dictadura militar y el cierre de la cadena de televisión donde trabajaba fueron clave para que decidiera trasladarse a Europa en los 70. Una de las razones por las que abandona Argentina es por la ausencia de una sociedad desarrollada, imprescindible para el diseño.
Llegó a Madrid en 1971 y se centró en su faceta como arquitecto. Trabajó dando clases en la facultad de Arquitectura de Las Palmas y en el estudio de Félix Juan Bordes Caballero y Agustín Juárez Rodríguez. En este tiempo apenas realizó trabajos como diseñador gráfico, apenas algún proyecto para pequeñas y medianas empresas. Eskenazi siempre ha sido un devorador de revistas y libros, y encontró en la cultura anglosajona un referente para su desarrollo en el sector.
barcelona, su gran descubrimiento
En Barcelona realiza sus primeros trabajos de la mano de América Sanchez y el argentino Carlos Rolando. Con este último colabora en un proyecto de packaging y en su estudio descubre en 1975 el que sería su próximo proyecto: diseñar la nueva imagen corporativa de la Banca Catalana. Así empieza a trabajar en agencias de publicidad en el campo de la dirección de arte, en concreto en MMLB. Evax, Barcelona Open Banc Sabadell, las cubiertas para la editorial Pensamiento Contemporáneo o BCNeta! son solo algunos ejemplos significativos.
Ha trabajado mucho para la identidad de Barcelona, tanto en entidades y espacios públicos como bancos privados. Algo que en los últimos años ha cambiado por motivos políticos. En 1979 Mario Pellegrini, dueño de la editorial argentina Argonauta, le encarga el diseño de portadas y entra en contacto con Paidós-Barcelona.

En los 80 se instala de forma definitiva en Barcelona y empieza a trabajar en la agencia de branding Summa en 1989. Así comienza su última etapa en el campo publicitario, en la que destaca la creación de la identidad corporativa del Banc de Sabadell y Barcelona Neta. Después de 5 años deja la agencia para centrarse en su proyecto Mario Eskenazi Studio.
Actualmente sigue trabajando en su pequeño estudio de Plaça Ramón Berenguer, donde se respira un ambiente familiar y colaborativo; pocos clientes pero de una fidelidad extraordinaria. Es un firme defensor del entorno digital, en el que día a dia aumenta sus conocimientos. Eskenazi nunca pensó ser parte de Barcelona, pero allí descubrió un espacio que le motivaba a crecer, experimentar e investigar.
lluvia de galardones
En 1996 se convirte en miembro de AGi (Alliance Graphique Internationale), y en 2000 recibe el Premio Nacional de Diseño por la fuerza comunicativa de sus proyectos. Los seis principios que siempre ha defendido para trabajar en diseño son: comenzar con ideas, dejar que los conceptos determinen la forma, eliminar elementos superfluos, hacer que las cosas complejas se vean simples, reducir hasta la esencia y mantener la integridad de la idea.
En el 2014 fue Premio Gràffica por su contundente trabajo, capaz de aglutinar un gran concepto de la forma más simple. La temporalidad de su obra nos evoca a una forma de elaborar muy humana, donde los clientes entran en un juego inteligente. Quizás la clave de su éxito es concebir el diseño como un hobby, eso sí muy bien pagado.





