San Francisco Symphony renueva su imagen con la ayuda de la agencia Collins creando un lenguaje tipográfico que en lo visual bebe mucho de lo sonoro para mirar al futuro de la música clásica.
Supongo que habrás escuchado más de una vez aquello de que «la tipografía es la voz del mensaje». Collins, en un nuevo ejercicio ejemplar de renovación de identidad para la Orquesta Sinfónica de San Francisco, ha pensado que esa era precisamente la clave para este proyecto.
Fueron contratados para llevar a cabo el rebranding de la San Francisco Symphony (Orquesta Sinfónica de San Francisco), una institución con 108 años de historia —y amada por todos los metaleros por sus colaboraciones con Metallica—. Pero, ¿cómo mirar al futuro desde el pasado?, ¿cómo evolucionar la percepción del gran público con respecto a la música clásica?
El uso del blanco y negro propio de la solemnidad que merece esta institución contrasta cuando se conjunta con una paleta de colores más dinámica y contemporánea. En el aspecto tipográfico han aplicado la misma lógica: una tipografía serif clásica pero marinada con la última tecnología para imbuírle de una nueva vida. Porque, además de un uso extremadamente musical de la tipografía, la agencia ha completado el proyecto con Symphosizer: una herramienta online creada junto a Ivan Cruz, Dinamo y la propia San Francisco Symphony.
Una tipografía serif clásica pero marinada con la última tecnología para imbuírle de una nueva vida.
Symphosizer nos presenta un editor de texto donde podemos escribir lo que queramos y escoger color de fondo y de texto. Lo divertido es que te permite, a través del micrófono, alterar o modular la tipografía con tu voz. Es decir, la fuente variable reacciona al sonido.
Louis Mikolay (Director Creativo de Collins): «En el fondo, la música clásica es una experiencia interactiva. Debido a que no hay letra, cada espectador está abierto a interpretar la música a su manera. Symphosizer realza esta idea invitándote a explorar un viaje emocional completamente personal durante una actuación. El movimiento de las letras simboliza las expresiones emocionales de la pieza, capas y detalles en la música que pueden haber pasado desapercibidos anteriormente. Aporta una nueva profundidad a ese viaje personal».
Puede que no vaya más allá de ser un efectista ejercicio de maketing pero, aunque no son ni mucho menos los primeros que lo hacen, sin duda que es un efectivo uso de la tecnología Variable Font.