Kinetic calendar, de Egoitz Aulestia

Diseño gráfico, arquitectura de la información y motion graphics se fusionan en Kinetic calendar, un proyecto del diseñador Egoitz Aulestia comprado por la empresa rusa Digital Society Laboratory.
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Digital Society Laboratory • Kinetic calendar from Egoitz Aulestia on Vimeo.

Digital Society Laboratory (DSL) es una compañía rusa centrada al análisis de datos y procesamiento de grandes datos (big data) de la conducta social digital. Su fin consiste en canalizar los resultados y crear estrategias de marketing digital facilitando las directrices óptimas a seguir en la red por parte de las organizaciones empresariales. Kinetic calendar es el primer proyecto que el diseñador donostiarra afincado en Barcelona Egoitz Aulestia firma para la compañía. Un trabajo promocional de la compañía tanto para clientes como para las conferencias que suelen dar.

«Su idea –explica Egoitz– era conseguir una pieza audiovisual donde mostrar sus herramientas, estrategias y metodologías de trabajo combinándolas contundentemente o con personalidad más allá de un vídeo corporativo que explique las características». Así surge este Kinetic calendar, un mix entre diseño gráfico, infografía –o arquitectura de la información– y motion graphics». Aparte del vídeo, hay una serie de carteles.

El trabajo encargado por Digital Society Laboratory viene precedido Making history, un proyecto de animación que Egoitz realizó en el Postgrado de 3D Motion que cursó el año pasado en Bau, Barcelona. Dentro del postgrado había un ejercicio de tipografía en movimiento impartido por Andreu Balius, a quien Egoitz quiere, entre otras personas, agradecer su tutoría y saber direccionarle en el rumbo correcto con solo un par de detalles. En este ejercicio de tipografía cinética nace el proyecto Making history. DSL lo vio en su Vimeo y le escribirían al diseñador; les había encantado y lo querían comprar haciendo unos pequeños cambios.

Los parámetros del ejercicio eran simples: «hacer una animación de 1 minuto donde haya letras en movimiento; de ahí en adelante la temática era libre», comenta. «La idea del calendario cinético me vino volviendo de Barcelona a Donosti en el tren, donde muchas veces aprovecho para escribir o bocetar ideas». Resulta que una de las premisas (que aún no he conseguido) del año pasado era ordenar mi vida, seguir un calendario… porque la verdad, soy bastante caótico. También tengo que decir que he mejorado bastante en ese aspecto. Y eso, que por lo visto mi subconsciente me incitó a bocetar lo que sería el esqueleto y la base de mi calendario cinético final».

Una vez con la idea, había todo un proceso bastante complejo: «Mostrar y organizar el tiempo > Bocetar y generar la estructura de la arquitectura de la información: círculos concéntricos > Clasificar la información a mostrar: unidades temporales, etc. > Escribir un poema que reforzara y diera mayor sentido a la pieza audiovisual > Hacer un Storyboard: pensar planos > Vectorizar el trabajo en Illustrator > Y finalmente poner el tiempo en marcha utilizando el After Effects para hacer girar los diámetros para mostrar el transcurso del tiempo».

Para todo ello Egoitz decidió crear una estructura de círculos concéntricos que fueran marcando sucesivamente los distintos grados temporales, empezando desde el Sistema Internacional de Unidades del Tiempo (milisegundo, centésimas, décimas, segundos, minutos y horas), siguiendo con fases del día (mañana, media mañana, mediodía, tarde, media tarde, noche…), días de la semana, días de un mes, meses, vientos, fases lunares, constelaciones y planetas y sol del sistema solar. Finalmente estos tres últimos diámetros serían sustituidos por las orientaciones científicas de la empresa –investigación sobre las comunidades de internet, análisis de redes sociales, virología informativa…– y productos que ofrecen –social media marketing, monitarización de marca, banco de puntuación…– y finalmente herramientas con las que trabajan –Facebook, VKontakte, Twitter, Youtube, LinkedIn, Google+, Instagram Odnoklassinki, LiveJournal…–.


Lo más complejo del desarrollo de este Kinetic calendar era darle sentido a la pieza: «Tenía el material, el calendario, pero como Andreu me dijo, le faltaba algo para que realmente contara algo». Y entonces el diseñador decidió escribir un poema (de esencia tipográfica) para dar mayor coherencia al proyecto:

«Somos pinceles,
escribiendo la historia con nuestros pasos y bailes,
que no son más que los trazos de sangre
que alimentan la tierra del futuro.

Estás haciendo historia».

Para Egoitz el hecho de poder «creer en las ideas de uno mismo» y seguir con ellas «hasta el final» es lo que más le llena de esta experiencia. Lógicamente la valoración y la compensación económica posterior han sido recibidos muy felizmente, claro.

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+info: www.behance.net/egoitzaulestia

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