Unos defienden el arte urbano –o street art–; otros lo admiran, pero no en la fachada de sus casas. De una forma u otra, esta expresión artística no deja indiferente a nadie, y así lo demuestra, una vez más, Jan Is De Man.
Recientemente, Utrecht (Países Bajos) ha amanecido con un edificio transformado en un gigantesco estante para libros. Los responsables de esta metamorfosis son los artistas urbanos Jan Is De Man y Deef Feed. El primero es conocido por sus murales de enormes dimensiones, modificando por completo el espacio en el que se encuentran. Deef Feed, por su parte, es un especialista del grafiti y el tatuaje.
En esta ocasión (ambos artistas ya han colaborado en otros proyectos), han perseguido el objetivo de unir a la gente a través del street art. No han elegido calles vacías o edificios abandonados, como suele ocurrir, sino que la construcción está habitada por residentes de la zona. De hecho, han buscado la participación de los propios vecinos —amigos del artista— para llevar a cabo la obra.
La idea inicial de Jan Is De Man era crear un smiley gigante. La razón era la siguiente: el ánimo de una persona mejora cuando ve una sonrisa. Sin embargo, y como es evidente, esta idea acabó desechada al estudiar la estructura del edificio.
Los libros surgen como respuesta a ese objetivo de unir a las personas, sin forzarlas a ello.
Se preguntó a los residentes qué libros querrían ver en el estante gigante. Y fueron ellos los que decidieron los títulos que los artistas recrearon en la fachada de su casa, pudiendo encontrar literatura en ocho idiomas diferentes. ¿La única condición? No incluir libros políticos o religiosos. Esta decisión fue tomada porque, independientemente de las inclinaciones políticas de cada persona, los libros, como cualquier arte, tienen la capacidad innata de conectar a la gente.