Hace diez años empezamos una aventura que no teníamos ni idea dónde nos iba a llevar. La empezamos casi por la inanición de la crisis. Pero empezamos por la extrema necesidad de contar lo que sabíamos. Por ayudar a otros a descubrir cosas que nos parecían imprescindibles.
Hace diez años todo era más fácil. Por no haber no había ni redes sociales. Todo era más sencillo. Internet era algo tan nuevo que empezamos a descubrir cómo funcionaba.
Hace diez años éramos muchos más inocentes que lo somos ahora. Que lo seguimos siendo. Una inocencia maravillosa que nos hacia ver todo con ojos de niño, con ilusión e impaciencia.
Hace diez años no esperábamos nada a cambio. Todo lo que ha llegado desde hace diez años ha sido sorprendente. Jamas esperado. Inimaginable aquel día que le dimos al botón.
Hace diez años queríamos correr más de la cuenta, hoy queremos que todo se ralentice un poco para que simplemente nos de tiempo de disfrutarlo.
Hoy, 10 años después, todo es diferente. Mejor en muchas cosas, no tan bueno en otras.
Hoy todo es más brillante, más rápido, más colorista, más tipográfico, más social, más conectado, más móvil, más digital, más volátil, más etéreo, más profesional, más interesante…
Hoy conocemos el terreno donde nos movemos, y la inocencia se ha convertido en realidad. Una realidad magnifica pero una realidad mucho menos soñadora.
Hoy todo es complicado, más responsable, más difícil. A veces imposible. Pero siempre apasionante. Muchas veces muy excitante.
Hoy, 10 años después, tenemos más sueños y más retos que cuando empezamos. Incluso tantos que se nos amontonan.
Hoy, 10 años después, estamos más preparados que nunca para afrontar otros diez años. Mucho más solventes. A veces tenemos la sensación de estar delante de un acantilado con unas vistas inmensas y maravillosas. Hay que acertar en el siguiente paso.
Hoy, 10 años después, queremos hacer más. Queremos llegar más lejos pero no queremos ir solos. Por eso lo mejor que nos ha pasado todos estos años es ver cómo cada vez nos acompaña más gente, dentro y fuera.
Empezamos 2 y ahora hay momentos en los que somos más de 20. Nos leían menos de un centenar y ahora son cientos de miles.
Hoy, 10 años después, recibimos más felicitaciones que nunca por lo que hacemos y eso es lo que hace que valga la pena dedicarle tanto esfuerzo.
Cada ‘gracias’ vuestro es una inyección de capital. También vuestros ‘zascas’ nos animan a hacerlo mejor.
Hace diez años el 1 de marzo fue un gran día. Hoy también.