Fer Vallespín: «En el confinamiento, hemos tenido que tirar de creatividad»

Fer Vallespín es director de arte en el grupo Condé Nast España, donde se encuentran las cabeceras Vanity Fair, GQ y Traveler. Como en muchos otros grupos editoriales, estas revistas han sufrido el impacto de la crisis sanitaria del COVID-19, tanto en sus contenidos como en sus portadas, y los equipos creativos se han visto forzados a adaptar los procesos al trabajo en remoto. Vallespín nos cuenta cómo han hecho las portadas durante el confinamiento. trabajar desde casa El primer escollo a la hora de empezar a trabajar en casa ha sido buscar un espacio en el que estar cómodo: la luz, la mesa, la silla… Los primeros días, como no sabía si iba a ser para mucho tiempo, me ponía en la mesa del salón. Pero luego venían los dolores de espalda, los reflejos, los enchufes y mi hijo de por medio. Pasaron los días y acabé redistribuyendo con mi mujer el salón por completo. Cambiamos todos los muebles de sitio: pusimos la mesa del salón cerca de la ventana y la televisión en el lado opuesto. Ahora controlaba el sofá, la televisión y a mi hijo en un solo movimiento. Y tenemos mejores vistas. Sin duda hemos ganado con el cambio. proceso creativo A efectos prácticos, trabajar en casa funciona más o menos igual. En lo referente a productividad y equipo en línea, he estado en contacto casi las 24 horas con mis compañeros mediante Slack, Zoom, Mail o WhatsApp. Todo eso funciona correctamente y, salvo algún problema de velocidad, no podría tener queja. En cuanto a la manera de trabajar, ha sido un cambio brutal. Hemos tenido que tirar de creatividad para darle forma a los temas que no podíamos producir con foto. Lo replanteamos todo, hablando con fotógrafos para ver qué podían hacer en su casa y qué elementos tenían a mano cuando ni siquiera se podía salir. Y recurriendo más que nunca a la ilustración. primera portada ilustrada Compartimos equipo de arte para Vanity Fair, GQ y Traveler y siempre hemos acabado muy contentos con los resultados. Sin duda, han salido buenísimas ideas y ha sido un ejercicio de creatividad constante debido a las limitaciones que teníamos para generar contenido como lo veníamos haciendo hasta ahora. «Hay buenas ideas que se han quedado en el camino y que espero recuperar en un futuro».Fer Vallespín. A pesar de todo, veo fundamental volver a una normalidad para poder trabajar en equipo. Está claro que la creatividad se potencia en estas situaciones, pero el trabajo entre compañeros sin ningún tipo de limitaciones es un lujo y las ideas toman más fuerza con la aportación de todo el equipo. Siempre he sido un defensor de la ilustración. Vengo de Bellas Artes y es una de mis apuestas seguras a la hora de contar historias y, cómo no, en portada. Es cierto que depende del medio y el mensaje, recurrir a la ilustración es más o menos apropiado, pero generalmente no suelo hacer diferencias entre fotografía e ilustración. Las dos opciones tienen la misma fuerza, pero quizá, en este tipo de mensajes conceptuales, la ilustración aporta un poco más. «En este caso teníamos muy claro que queríamos llevar ilustración en portada. Era una espina clavada en el equipo y nunca había sido el momento».Fer Vallespín. Llevo poco tiempo en el equipo de Vanity Fair, pero por lo que sé o lo que me han transmitido, nunca había sido el momento o la ocasión de recurrir a la ilustración por el personaje o la noticia. Este hecho es algo que nos ha marcado tanto que, sin duda, era la ocasión perfecta de hacer algo distinto. Tenemos la suerte de contar con un equipo creativo fantástico, y entre Ángel Perea, Debbie Smith, Andrea Orejas y el director, Alberto Moreno, empezamos innumerables reuniones de Zoom. La idea era clara: todos somos héroes en esta pandemia. Cada historia y cada persona ha tenido que superar distintas situaciones y dificultades, y desde el médico que salva vidas, hasta el padre o la madre que saca su familia adelante conciliando trabajo y familia, son héroes. A partir de ahí empezó una búsqueda de ilustradores e ideas, de cómo transmitirlo de la manera más clara y que sirviera de apoyo y estímulo frente a todo. Buscábamos algo que estuviera a la altura de lo que estábamos viviendo y que cuando lo viéramos dentro de unos años, nos siguiera despertando un hormigueo. Debía ser un concepto sencillo y universal, que se entendiera en todas partes. Hemos tenido muy presentes las portadas de Vanity Fair de USA de los años 20 y la fuerza que transmiten las de The New Yorker. Uno de los trabajos que teníamos como referencia era el del ilustrador Emiliano Ponzi. A todo el equipo creativo nos encantaba y apostamos por él sin dudarlo. Empezaron las reuniones de Zoom con Emiliano, dónde probamos varias ideas, hablamos mucho y salieron cosas muy interesantes. Debíamos buscar el equilibrio entre una imagen bonita y el concepto que queríamos transmitir. Lo que todos teníamos claro era que el mensaje debía ser positivo y esperanzador. Fue un trabajo muy interesante. «En una de las reuniones, Alberto Moreno compartió un libro que guardaba en casa, ‘Ceniza en los ojos’ (1957) de Jean Forton, con una cubierta ilustrada por Emiliano en la que aparecía una mujer abrazando al vacío».Fer Vallespín. A todos nos encantó el concepto y Emiliano reinterpretó para Vanity Fair el mensaje que once años antes había plasmado originalmente en papel para The Guardian, y dibujado unos años después para la novela de Forton en la edición de Blackie Books (2012). Así que, apostamos por una figura abrazando el vacío, con el contorno de una persona, esa persona que por todo lo que estábamos viviendo no podíamos abrazar, la distancia, las pérdidas… Esa imagen refleja las ganas de tocar y sentir a nuestros seres queridos. «La luz que entra iluminando la escena es sin duda el punto esperanzador y el equilibrio entre la sombra de la que saldremos de esta».Fer Vallespín. contenidos gratuitos en digital Poner a disposición los números de manera gratuita en descarga digital ha sido una idea maravillosa. Poder aportar algo de alguna manera y llegar a la mayor gente posible en unos momentos tan duros y difíciles para todos es siempre gratificante. Está claro que todo está diseñado para verlo en papel: el ritmo, los enfrentamientos… No tiene nada que ver con una publicación hecha de manera específica para digital, pero la situación ha sido tan excepcional que creo que merece la pena. el futuro de la prensa Llevo 12 años en revistas y siempre he escuchado que se va a acabar, y cada vez veo más o tengo más presente el hashtag #printisnotdead. Ahora, el futuro de todo es incierto, nadie sabe cómo será esa nueva normalidad dentro de un año. Pero lo que está claro es que tanto la prensa como las buenas historias seguirán presentes. Tengo un hijo de año y medio y cuando le doy un libro con ilustración o pop ups, le despierta más ilusión que una pantalla. Son sensaciones y emociones totalmente diferentes, así que confío en que hay esperanza. «Quizá tengamos que reconvertirnos o cambiar algunas cosas, pero el valor del papel siempre será un extra».Fer Vallespín.

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Fer Vallespín: «Hemos tenido que tirar de creatividad para darle forma a los temas que no podíamos producir con foto»

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