El diseñador Peter Bilak ha creado una sistema de más de seis metros de ancho compuesto por 512 bombillas que varían su intensidad en relación a la coreografía de los protagonistas.
El ballet Totality in Parts se estrenó el pasado noviembre en la Ópera de Estocolmo con una puesta en escena muy diferente a la habitual. El coreógrafo Lukas Timulak y el diseñador Peter Bilak mostraron ante el gran público el proyecto en el que llevaban trabajando durante años. Una conjunción entre luz y danza bajo la dirección de Nicolas Le Riche que crea una atmósfera única y peculiar, como también ocurría en Sky Magic Live at Mt. Fuji.
La estructura cuelga del fondo del escenario y está compuesta por 32 ramas circulares en las que se encuentran distribuidas proporcionalmente las 512 bombillas. El control individual de cada una de ellas permite crear una sensación de profundidad a pesar de que se trate de una estructura totalmente plana.
La intensificación de unas luces en detrimento de otras y la variación del color envuelven las coreografías y las dotan de un significado diferente, un decorado tan sencillo como sorprendente y original. Esta simpleza es en la que se apoya Totality in Parts, que evidencia cómo desde la sencillez más absoluta de una gran cantidad de bombillas se puede crear una narración compleja y emocionante.
El proyecto nace con una clara intención holística, es decir, que la combinación de las diferentes partes del espectáculo (luz, música, danza…) deben ser consideradas como un “todo”, un sistema más complejo que una simple suma individual de cada uno de los elementos que componen la obra. Por ello, el coreógrafo Lukas Timulak y el diseñador Peter Bliak, con la ayuda de Annemarije van Harten y Tom Visser, diseñadores de moda e iluminación respectivamente, trabajaron desde un inicio en conjunto para construir desde cero el espectáculo.
→ Make-Move-Think | Totality in Parts