«Si resigno algo de abstracción, el parecido de mis personajes siempre lo encuentro», Pablo Lobato

Dueño de una identidad gráfica muy personal y reconocible, el ilustrador argentino Pablo Lobato retrata con brillo a personalidades del rock, el cine, la televisión, el deporte y la cultura para medios nacionales e internacionales. Acaba de lanzar un curso de ilustración para Domestika y además participa en el proyecto El Álbum. En breve lanza una serie de personajes para una película de animación.

Te formaste en el diseño gráfico, pero lo abandonaste rápidamente, ¿cómo y por qué fue el proceso de cambio para dedicarte enteramente a la ilustración?

Me formé en diseño gráfico, aunque es medio una trampa. Siempre quise ser dibujante y antes de empezar la Universidad no sabía lo que era el diseño gráfico. Pero fue la alternativa que tuve, porque tenía claro que no quería ser pintor ni artista plástico. Quería dibujar. Mis opciones eran artes plásticas o diseño gráfico. Consulté y era una opción posible, porque se acercaba más a lo comercial. El diseño me ayudó muchísimo. Me encausó y me ordenó. Era un buen bocetista pero no tenía método ni técnica. Era disperso. El diseño me dio ese método, me mostró nuevas herramientas, me permitió terminar mis dibujos de forma más profesional, a partir del aprendizaje y las herramientas.

Terminé de estudiar y empecé a trabajar en diseño editorial, aunque seguía ligado al dibujo. Lo que disfrutaba era el diseño de pictogramas y las revistas que diseñaba me permitian incluir dibujos e ilustraciones. Hasta que finalmente abandoné los cierres de las editoriales y me dediqué a la ilustración. Sin embargo, a veces diseño algunas marcas, esa mezcla entre diseño e ilustración me gusta. La disfruto mucho.

Tus ilustraciones tienen una marcada tendencia a lo geométrico, la síntesis y los colores plenos, ¿podés contar más acerca de tu técnica?

La técnica se vincula a las herramientas de la computadora, con el Illustrator y el vector. Sin embargo, desde que dibujo en lápiz —incluso antes de la computadora y sus recursos— había a una tendencia natural a la geometría. Se veían bocetos muy rápidos a lápiz que sintetizaba de manera natural las líneas más complejas en una recta, por ejemplo. La herramienta me hizo produndizar eso. Luego agregarle los colores plenos fue otro paso, influenciado por otras cuestiones como modas, estilos, etc.

En una revista de computación muy aburrida que diseñaba con mucha demanda de ilustraciones sobre conectividad, routers, cables, tecnología, etc. simulaba distintos estilos y lenguajes, consultando revistas importadas como Communication Arts. De esa manera, conociendo diferentes ilustradores fui definiendo un estilo, profundizando algo que de por sí era natural en mis comienzos.

En tus redes sociales comentas acerca de tus propias ilustraciones. No es usual hacer consultas acerca de parecidos y diferencias, entre otros intercambios, con los usuarios. ¿Encontrás en algunos momentos dificultades en algunos personajes al momento de crear? ¿O necesitas finalmente la mirada del otro para completar la ilustración?

Siempre lo hice, incluso antes de las redes sociales. Le enviaba a mis amigos ilustraciones por e-mail para que descubrieran el parecido. Algo que es fundamental en mi tarea, especialmente si empujo los límites hacia la abstracción, que de algún modo va en contra del parecido. En cambio, si soy más realista o figurativo no me resulta difícil encontrar el parecido.

Mostrar procesos en las redes tiene su contra porque se ofrece el dibujo crudo, porque hacen chistes, se rien y me hacen enojar… además muestra algo que no está terminado. Pero me sirve lo que dice la gente.

¿Cómo es la experiencia de publicar en la plataforma de Anna Goodson Illustration & Motion

Anna Goodson es mi representante desde 2003 y me permitió publicar en medios del exterior como The New Yorker, Wired, Forbes, Village Voice, Rolling Stone. Todo es mérito de ella, especialmente en mostrar mi trabajo a la gente correcta y abrirme las puertas. Es un vínculo de plena confianza con más de quince años, más allá de los vaivenes del negocio, entre la crisis de Estados Unidos, la crisis de los medios, las modas y los cambios. Hay picos y hay pozos pero es una gran relación.

¿Qué es El Álbum?

Es un proyecto en el que doce dibujantes seleccionados por Laura Varsky hacemos una serie de figuritas para el Mundial. Me tocó Colombia. En el Álbum hay gente que admiro y es un honor estar con Jorge Alderete, Christian Montenegro, Frank Vega. Dibujamos once jugadores de cada selección, una figurita representante del país, una figura femenina más la leyenda futbolística del país, en este caso Valderrama. Muy divertido. Luego se hará un crowfounding para realizarlo.

¿Cuáles son sus influencias en relación a los ilustradores de la actualidad?

Tengo muchas influencias, pero reconozco más influencias en mi formación inicial que ahora. Con Carlos Nine, —aunque no se note demasiado–, descubrí las caras realizadas con formas geométricas. También Andrés Cascioli, José Muñoz, Hermenegildo Sábat, Hugo Horita, gente muy admirada. Luego con Communication Arts descubrí a Philip BurkeDavid Cowles, por supuesto.

De un tiempo a esta parte, con las redes sociales y la sobreinformación en línea, tenemos la posibilidad de descubrir toda la obra junta de grandes ilustradores, a niveles abrumadores. Pero de inmediato descubro otro igual de genial lo que no me permite retener todos los nombres. Llegan a influenciarme más los dibujos que los autores, además de los lenguajes, los colores y las nuevas formas de mirar.

Por último, entre la enorme cantidad de personajes que ilustraste (deportistas, celebridades, políticos, músicos y grupos), ¿cuál te resultó difícil de representar?

Encuentro dificultades en los personajes, no tanto para lograr el parecido, porque si resigno la abstracción el parecido lo encuentro. Pero estoy en la pugna entre el parecido y la abstracción, quiero encontrar ese equilibrio. Hay personajes y caras difíciles. No termino de entender cuál es la razón por la cual algunas caras son difíciles. Pero si hay un encargo, sin dudas que logro finalmente el cometido de lograr el parecido. Confío que tengo una base de oficio que me permite resolver el personaje y que se reconozca. Macri no me sale, es imposible. Pero nadie me lo pidió nunca.

PabloLobato

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