Hace más de un año que grandes figuras femeninas y plantas extravagantes florecen en las paredes de Barcelona, firmadas por dos simples aros. Estas iniciales enigmáticas, son las de Emily Eldridge, ilustradora originaria de Michigan, que introduce nuevos colores en la escena del arte urbano. Ganadora de la convocatoria 2018 de la galería Miscelanea, Emily Eldridge expondrá su trabajo el próximo 4 de abril de 2018 en Barcelona. Conversamos con ella acerca de su entrada en el mundo del street art.
La representación de la mujer es el tema predilecto de la ilustradora. Con un trazo fino y sencillo, Emily otorga a sus personajes una actitud desenfadada, casi arrogante, añadiéndoles siempre un toque humorístico, a través de un accesorio o de un corte de pelo excéntrico. Adoptando un estilo vintage, las figuras femeninas de Emily visten con prendas elegantes de rayas o estampados.
Después de graduarse, la ilustradora vivió hace más de diez años en Hong Kong, lo que influyó significativamente en su trabajo. «La ciudad tiene una energía y una estética única. Es brillante, luminosa, con colores pop y neón. Es futurística, moderna y veloz. Eso influenció mucho mi relación con los colores», dice Emily. Su paleta se caracteriza por sus tintes neón extravagantes, contrastados con tonalidades más suaves.
«Hice mi primer mural en un bar del centro de Hong-Kong», cuenta Eldridge. «¡Me costó una eternidad!».
Es en el caos visual de la ciudad más densamente poblada del mundo, donde nació la pasión de Emily por el arte urbano. «Hice mi primer mural en un bar del centro de Hong-Kong», cuenta Eldridge. «¡Me costó una eternidad!». Con sus pinceles y botes de pintura acrílica, la ilustradora realiza, en la actualidad, encargos de pinturas urbanas, mientras dirige varias co-creaciones de murales junto a los alumnos de la Yew Chung International School de Hong-Kong.
Más que en cualquier otra disciplina, la comunidad es un aspecto importante en el arte urbano. En Hong Kong, Emily trabajaba en solitario. «Nunca conocí a nadie que me mostrara cómo usar pintura en aerosol. Me conformé con el acrílico hasta que me mudé a Barcelona a finales de 2016». Una vez en la ciudad mediterránea, la artista aprovechó el dinamismo de su escena creativa para aprender nuevas técnicas y cambiar el acrílico por el aerosol. Mediante Instagram, Emily descubrió a los artistas urbanos que operaban en la ciudad. Uno de ellos es Osier Luther (@ninja_xpert), quien la introdujo en la comunidad del arte urbano barcelonés. «A su lado, he aprendido muchas técnicas y he conocido a varios de sus amigos».
A diferencia de Hong Kong donde la practica de arte urbano es ilegal, Barcelona se muestra como un contexto ideal. «Es una ciudad creativa y hay un entorno realmente enriquecedor para los artistas. Hay muchísimos festivales, espacios dedicados al arte urbano, galerías de ilustración, estudios de diseño, etc. Se siente que hay una comunidad fuerte, y eso es lo más importante», comenta la ilustradora.
Sin embargo, desde su perspectiva de mujer extranjera «con un nivel pasable de español», Emily confiesa que «puede parecer una comunidad un poco cerrada –y añade– sigo intimidada por algunos de estos artistas, especialmente los grafiteros, ya que sus estilos y motivaciones son diferentes a las mías». Pero se entusiasma al descubrir cada vez más mujeres haciendo street art y al observar una tendencia hacia los murales más ilustrativos.
«Pintar a gran escala me ha ayudado a abordar la composición y el uso de colores en trabajos ilustrativos más pequeños».
«Ante todo me considero ilustradora». Emily ve sobre todo la calle como una extensión de su trabajo y un nuevo medio de expresión. La artista observa: «pintar a gran escala me ha ayudado a abordar la composición y el uso de colores en trabajos ilustrativos más pequeños».
Lejos de oponerse, las dos disciplinas se complementan, el proceso sigue siendo el mismo, se trate de un muro o de una ilustración. «Empiezo siempre por un boceto con lápiz, generalmente a color», explica Emily. A la hora de pintar murales, se enfrenta a nuevas dificultades. «Las partes más difíciles son las pequeñas líneas y los detalles». Pero sin duda, los murales son sus proyectos favoritos. «Amo el hecho de usar mi cuerpo entero para hacer arte. Es liberador».
La ilustradora publica su trabajo en Instagram, una herramienta para conectarse con sus seguidores. Sin embargo, en la calle puede observar en directo la interacción entre el publico y sus piezas. Emily comenta : «me encanta que los murales sean un espacio donde la gente puede interactuar. Ver la pieza o al artista en persona es una experiencia totalmente distinta». Y cuando le preguntamos cuál es su siguiente objetivo, ella contesta, «sueño con pintar la pared completa de un edificio».
→ instagram.com/emily_eldridge_art/
Proyecto de murales itinerantes en colaboración con el pintor de letras Jakob de Copenhagen Signs. «Por el momento lo hemos hecho en Copenhague y Barcelona y nos gustaría seguir con otras ciudades… quizás Berlin sea la próxima» (Emily Eldridge).