Por el día mundial del diseño gráfico, hemos querido hablar con Laia Guarro sobre lo que el diseño aporta a la cultura de una sociedad. La diseñadora barcelonesa abarca un amplio ámbito de trabajo, desde la identidad visual al diseño de espacios. Asegura que el cambio de mentalidad recae en la educación, y se muestra optimista con el hueco del sector en un futuro próximo.
El 27 de abril se celebra el día del diseño gráfico, ¿crees que este día es importante?
A mí celebrar «los días de» no me gusta mucho. No me siento muy identificada con este tipo de celebraciones. Sí que entiendo que hay fechas en las que se debe reivindicar algo. En el sector del diseño, nos ayuda a dar visibilidad a esta disciplina, pero en realidad lo que tenemos que hacer es labor de cada día. Yo soy madre cada día y por eso intento hacerlo lo mejor posible cada día, no en especial «el día de la madre». Lo mismo en nuestra profesión: con cada presentación que hacemos, con cada presupuesto que presentamos tenemos que dar valor a lo que hacemos. Y se lo tenemos que dar nosotros mismos cotidianamente, como hormiguitas. El hecho de celebrar un día concreto es como «¿y el resto del año qué pasa?».
¿Consideras que el diseño es cultura?
Considero que el diseño forma parte de la cultura. El diseño es una disciplina creativa que comunica y de forma directa influye en la sociedad de hoy en día. La cultura forma parte de la sociedad, entonces es un triángulo: tenemos el diseño, tenemos la cultura y tenemos la sociedad. Cuando una evoluciona, evoluciona la otra.
El diseño forma parte de la cultura y ayuda a mejorar nuestras vidas en este aspecto.
El diseño es un proceso creativo que influye en la sociedad y mejora nuestras vidas. Este proceso que evoluciona junto con las personas, forma parte de nuestra cultura y de alguna manera ayuda a las personas a crear su identidad como individuo, a través de las marcas, de los objetos que compra…
Las marcas hoy en día están evolucionado hacia una comunicación emocional, donde debemos enamorar, seducir, conquistar, explicar la historia que hay detrás… Nos tiene que hacer vivir una experiencia. Todo esto modela nuestros hábitos de consumo y por lo tanto nuestro carácter, nuestra identidad, nuestra cultura como sociedad.
¿Qué papel tiene el diseño como cultura en España?
Estuve unos años viviendo en Milán y allí el papel que vi del diseño en la sociedad es bastante distinto al que tenemos en España. Allí se le da un valor al diseño y la gente lo tiene impregnado. Lo vive en el día a día a todos los niveles, tanto de empresa como de calle y de masa.
En España aún no existe esta cultura del diseño.
Sí que existe el hecho de que poco a poco la gente está aprendiendo a darle valor al diseño. El diseño ayuda a materializar los deseos de la sociedad desde el lado técnico, comunicativo, estético…
¿Qué diferencias ves con respecto al diseño entre España e Italia?
En Italia le dan mucha importancia al diseño en general: todo lo que hacen en todos los aspectos, sobre todo en que comunique de la forma correcta, que estética y técnicamente funcione… Se le da más peso en ese aspecto. Aquí es más de dejar que un amigo que sabe manejar el Photoshop lo diseñe.
¿Por qué crees que el Premio Nacional de Diseño se entrega desde el Ministerio de Innovación (anteriormente industria) y no desde Cultura?
Quizás se entregue desde innovación porque el diseño está solventando un problema desde una solución formal o estética, o al menos hasta hace un tiempo se creía esto. Creo que el diseño está evolucionando junto a la sociedad y estamos entrando en otra dimensión, en el sentido de que el diseño lo que realmente hace es comunicar: está comunicando una serie de emociones, un relato, una historia… Está generando una identidad. Entonces va mucho más allá de una mera solución formal.
En cuanto a que lo entregue cultura, quizás habría que hacer un manifiesto por las razones por las que debería entregarlo.
Yo me planteo, por ejemplo, si cuando miramos un edificio de Gaudí y decimos que es cultura, ¿por qué cuando miramos una aceitera de Rafael Marquina o un póster de la postguerra no se considera cultura?
Son cosas que forman parte de nuestra sociedad y que ha mejorado nuestras vidas. Han creado identidades, y eso es cultura.
Hay ramas del diseño, como el diseño de producto, donde los propios diseñadores consideran que el diseño en general es principalmente innovación, ¿qué les dirías acerca de ello?
Yo creo que hasta hace un tiempo el diseño se concebía como la solución a un problema a través de la forma y la imagen de un objeto. Hoy en día, con la evolución, se están buscando otros parámetros. Estamos ahora en una sociedad donde muchas cosas funcionan a nivel emocional. Entonces el diseño se está acercando y va directamente de la mano con ello. Quizás la parte del diseño industrial no llega a tanto, pero no lo sé.
¿Las nuevas generaciones estáis concienciadas de que el diseño es cultura para un país?
Creo que es una labor que se tendría que desempeñar desde la universidad. Hay que estar informado sobre diseño, pero, a través de ejercicios desde la propia universidad, los alumnos se podrían plantear este tipo de preguntas. Recuerdo un proyecto que me plantearon en la universidad hace 15 años en el que había que diseñar un telecomunicador, lo que hoy en día es un móvil. Ahí tenías que pensar que tú, como diseñador, estabas escuchando los problemas de la sociedad, lo que necesitaban y la posible solución. De alguna manera, desde las universidades, se ha de hacer mucha pedagogía en este aspecto. Así, poco a poco irá abarcando otros ámbitos de la sociedad, pero si ya desde nuestro ámbito nos concienciamos, mejor.
Has comentado que es un cambio desde la educación, ¿qué medidas crees que son las necesarias para considerar al diseño en cultura?
A nivel general de la sociedad, quizás sean efectivas más charlas, conferencias, exposiciones… que no sean muy profesionales porque si no la gente no va. Más de cara al público general.
A nivel de la profesión en el día a día, yo creo que es efectivo el trabajo que se está haciendo, como festivales, charlas, conferencias… A través de las universidades se podría trabajar un poco más, pero desconozco lo que se trabaja ahora en ellas. Se podría potenciar lo que se está haciendo.
¿Te muestras optimista con que el diseño en España se acabe considerando cultura en todos los ámbitos de la sociedad?
Es un tema de educación. No podemos pretender que la sociedad se reeduque muy fácilmente. Necesitamos un proceso y se necesita digerir. En España siempre estamos a la cola de todo y en este aspecto también. Es cuestión de ir picando piedra hasta que se vaya reconociendo. Es un tema también de cambio generacional. Dentro de uno o dos generaciones, la gente cuando vea un objeto o un cartel lo identificará como cultura. Forma parte de la sociedad y nos ha ayudado a ser quienes somos. Nos ha conducido hasta donde estamos. El diseño es contenido, conocimiento… por lo tanto para mí es cultura.
Es por separar “disseny” i “cultura” ?
Si des de la prehistoria ho hem estat “dissenyant” tot!
Els coneixements que hem adquirit, no son cultura? Inventar i dibuixar una lletra no és cultura i disseny alhora?