No es nada extraño pensar en el cómic como una herramienta más de comunicación ya que a través de sus imágenes es posible trasladar información de un modo más que potente. Ya en la Edad Media se empleaban, por ejemplo, pinturas al fresco en los templos religiosos para enseñar a una población que no sabía leer la doctrina; a través de las pinturas enseñaban historias y leyendas que marcaron generaciones.
Hoy en día, aunque la población ya no sea analfabeta, existen ciertos conceptos o narraciones que encuentran en el cómic el canal perfecto para transmitir su información de manera idónea. El dibujo, la técnica, el lenguaje, la estructura narrativa, etc. del cómic tienen una flexibilidad y unas posibilidades que quizá carezcan otras herramientas como la imagen fotográfica o en movimiento; unas características comunicativas propias y únicas que van más allá del primer nivel de lectura.
Por ello, no sorprende que surjan iniciativas publicitarias que se apoyen en el cómic para trasladar su información. Este es el caso, por ejemplo del cómic creado por Sento Llobell para el Museo Del Prado: Historietas del Museo Del Prado. ¿De qué mejor manera que contar a través de las viñetas de Sento Llobell lo que ocurrió hace 200 años? El resultado es una pieza perfecta para dar a conocer al público el aniversario del museo. Una acción que quizá deje más huella emocional al público que un sistema de carteles o la creación de una app o página web.
Otro ejemplo lo encontramos en el cómic Una niña, un perro y mil gatos. Este cómic, de Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, ha sido una iniciativa de la Concejala de Bienestar Animal del Ayuntamiento de València, Gloria Tello. Se ha editado (en valenciano y castellano) por el equipo de la Concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales (Servicio de Recursos Culturales) del Ayuntamiento de València. También han contado con la colaboración de Juan Romero Estudio para el diseño y la maquetación.
Como dice la contraportada, «la idea de hacer este cómic surgió de la Concejalía de Bienestar Animal con la intención de acercar a todos los públicos (y muy especialmente a los niños y las niñas) la importancia de amar y cuidar a los animales, entendiendo la ciudad como un lugar donde todos y todas compartimos espacios y convivimos cuidándonos unos a otros. Además del cómic, al final de este libro hay una guía didáctica en la que encontraréis detallados los contenidos reflejados en la historia y así poder trabajar con ellos en el aula o en casa»
Con el cómic se abren miles de posibilidades comunicativas con las que conectar a nivel emocional con el público, con las que hacer que este se identifique y con las que posicionar el servicio, el producto o el mensaje en un lugar especial en la mente del espectador.