La licitación está plagada de exigencias que están en detrimento de la calidad y de los intereses de los diseñadores, ilustradores y publicistas. Las asociaciones lo validan con su presencia y a nadie parece importarle que cada año las condiciones empeoren para los profesionales.
Trabajar para la administración pública nunca ha sido sencillo pero cuando la administración es la que pone las reglas y los profesionales no les queda otra que acatarlas es una mala noticia.
La licitación para la realización de servicios publicitarios para el Ayuntamiento de Madrid se ha presentado aumentando la brecha entre la puntuación de la propuesta creativa con relación a la propuesta económica. Ahora la propuesta económica se valorará en un 75% y un 25% la propuesta creativa, lo que va claramente en contra de la calidad y del servicio que deberían entregar los creativos. Por si esto no fuera poco se exige exclusividad, tiempo record en el proceso creativo, bajada de precios sobre los precios, ya bajos, que marca el ayuntamiento.
También se exigen la presentación de trabajo sin remunerar -para conseguir la licitación-, no tienen suficiente con la presentación de un portafolio para valorar la capacidad creativa. Si antes había que bajar precio general más un descuento por cada proyecto, ahora hay que hacerlo de forma genérica y esperar que el proyecto compense. Además se exige una fianza que en algunos profesionales es una cantidad desmedida para proyectos que tienen poco o nada de riesgo y responsabilidad.
Todo ello con una cantidad de documentación y exigencias que en muchos casos no tienen sentido, como la declaración de tener un porcentaje de trabajadores con discapacidad, haber cubierto cursos de riesgos laborales. También poder certificar la participación en trabajos similares durante los años anteriores por valor de 25.000 €
La licitación se ha dividido en tres lotes a los que los profesionales o empresas solo podrán presentarse a uno de ellos. El montante total de la licitación alcanza los 2,1 millones de euros divididos en 3 partes:
Lote 1 – Identidad / Señalética por un valor de 300.000 € en el que se seleccionaran 2 empresas
Lote 2 – Diseño Editorial y Papelería por valor de 300.000 € en el que se seleccionaran 2 empresas
Lote 3 – Campañas informativas por valor de 1.500.000 € en el que se seleccionaran 8 empresas
Todas las empresas que se presenten deberán presentar una fianza de entre 7.500 € a 9.375 € en función del lote al que se presenten.
Una lectura detallada de los diferentes documentos del pliego de condiciones y como bien indica Nacho Padilla en un artículo publicado recientemente en Gràffica, la licitación no toma en consideración las especificidades del sector creativo y se toma como partida igual que si se licitara la compra de tornillos. Hay apartados que directamente son ridículos en este caso.
Trabajo especulativo
Por otro lado, para presentarse en cualquiera de los lotes hay que presentar, por un lado, el porfolio y por otro el desarrollo de un proyecto específico, lo que supone un claro ejemplo especulativo y trabajo no remunerado para todos los que deseen presentarse. En el caso del Lote 1, hay que presentar un logo, en el caso del lote 2, unas portadas y una maquetación y en el caso del Lote 3 una campaña del ayuntamiento. En todos los casos estos proyectos serán los que se tendrán en cuenta para valorar la propuesta creativa, siendo el porfolio un acompañamiento no valorable.
Precios a la baja
En el pliego se especifican los precios que marca el propio ayuntamiento para cada pieza. Por ejemplo, 600 € por un logo, 1000 € por una campaña o 400 € por una portada. Estos precios son claramente un incumplimiento de la ley de la competencia, ya que con esto el Ayuntamiento está fijando unos precios de mercado, algo que está totalmente prohibido y que ya en su día les costó a las asociaciones una multa por el tribunal de la competencia.
A estos precios ya realmente bajos hay que ofrecer una bajada de precios general que tendrá una valoración del 75% de la puntuación total que se complementará con el 25% de la propuesta creativa, recordar que no se valorará el portfolio. Por tanto, la propuesta económica decanta claramente el resultado de cada lote ya que con bajadas considerables el resultado puede ser claramente favorable. Bien es cierto que se limita la bajada con una fórmula concreta, que además se especifica que la propuesta más baja, con un ratio con relación al resto, se descartará, es decir, que si eres la empresa que más baja tampoco ganas. Hay que bajar pero sin pasarse.
Dedicación exclusiva y cambios
En la licitación se expresa claramente que la empresa que acepte los proyectos debe estar «inactiva para recibir otros encargos» y «tendrá un plazo máximo de 2 días hábiles para ponerse en contacto con la unidad peticionaria y definir el proyecto». La administración, una vez presentado el boceto, «podrá pedir ajustes hasta un máximo de 3 ocasiones y deberán entregarse los cambios en un plazo de 48 horas, sobre el cual se podrán solicitar 2 cambios más». La resolución definitiva tendrá que estar presentada en un plazo máximo de 2 meses para contratos superiores a 5.000 € y a dos semanas en caso de contratos inferiores a 2000 €, que en este caso serán la mayoría.
Entrega de originales y derechos
Otra de las condiciones es que los diseñadores deben entregar siempre los originales digitales para que la administración pueda hacer con ellos lo que considere oportuno en cada proyecto. Además, hay que ceder todos los derechos sobre el proyecto, explotación, reproducción, distribución, comunicación pública y de transformación. Es decir, solo queda en manos del profesional o la empresa, la autoría.
Jurado
Este año el jurado que decidirá a quien se le adjudica se reduce de 12 a 5 miembros, de los cuales 3 serán de las asociaciones de profesionales y 2 del propio ayuntamiento. Un jurado compuesto por miembros de los representantes de diseñadores, ilustradores y publicistas que parece no tener ningún reparo en una licitación que va claramente en contra de los intereses de los profesionales. Si las organizaciones que deben defender y proteger los intereses de los creativos participan en el proceso dan por hecho que todo lo que allí acontece es correcto y están de acuerdo.
Proceso
Una vez seleccionadas las empresas, el procedimiento de adjudicación este año no será como sucedió en otras ediciones, que había que volver a pujar y que tanto malestar generó. En esta edición se hará por orden y cada proyecto se adjudicará por orden y uno tras otro se les irá adjudicando, de este modo las empresas que participan se aseguran una cantidad de ingresos, aunque ello conlleve que el proyecto no encaje con sus capacidades creativas. Es cierto que se presentan a un lote el cual es bastante concreto, pero no siempre todos los proyectos encajan con el estudio que le correspondan, no es lo mismo hacer una infografía que un libro, algo que está en el mismo lote, por ejemplo.
Crear un proceso de contratación para temas creativos es complejo y no es tan sencillo como comprar tornillos, pero es evidente que esta licitación está plagada de peticiones inaceptables para el sector, pero que parece que los representantes del mismo no tienen ningún interés en rectificar o simplemente no validar. Además de ello, las empresas y profesionales del sector se presentan, ya que a pesar de ser unas condiciones muy poco interesantes económicamente, profesionalmente todas las acciones tienen una alta difusión y son el atractivo para las empresas. Promoción publica a cambio de condiciones precarias. A nadie parece importarle.
Más info: Licitación Acuerdo Marco