El abandono digital de algunas entidades del diseño expone al sector a riesgos graves

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La Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana lleva más de un mes hackeada en sus busquedas en Google, mientras que la antigua web de Red-AEDE ha sido tomada por atacantes y redirige a sitios fraudulentos de contenido para adultos y medicamentos fraudulentos.

Resultados de busqueda de la web de la Fundació del Disseny

La seguridad digital no es una opción, sino una necesidad básica para cualquier entidad con presencia online. Sin embargo, dos organizaciones vinculadas al diseño han dejado sus plataformas expuestas a ciberataques sin una respuesta efectiva. La Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana lleva más de un mes afectada por un Japanese Keyword Hack, mientras que la antigua Red-AEDE ha sido víctima de un Pharma Hack con enlaces a sitios de venta de medicamentos fraudulentos y contenido para adultos. Ambos casos evidencian una preocupante falta de responsabilidad en la gestión de sus infraestructuras digitales, lo que pone en riesgo su reputación y la seguridad de sus usuarios.

Una web hackeada durante más de un mes

El caso de la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana es particularmente llamativo porque, a simple vista, su web parece intacta. Sin embargo, el problema es visible en los resultados de Google. El ataque ha modificado los snippets de la web en el buscador, haciendo que los títulos y descripciones aparezcan en japonés, algo que algunos expertos consultados en SEO han identificado como un Japanese Keyword Hack.

La situación es aún más preocupante porque el tráfico de la web ha experimentado un incremento anómalo de visitas desde Japón, lo que sugiere que el sitio está siendo utilizado dentro de una red de spam. Esto no solo perjudica el posicionamiento de la web, sino que evidencia de que existen enlaces fraudulentos ocultos en su estructura.

Enlaces fraudulentos en las búsquedas web de la Fundació del Disseny.

A esta vulnerabilidad se suma otro hecho inquietante: el favicon del sitio ha sido modificado, lo que indica que los atacantes han accedido a archivos internos y han alterado la identidad visual de la web. Este tipo de cambios no ocurren por casualidad ni son simples errores técnicos; son señales de que el sitio ha sido comprometido a un nivel que requiere una intervención inmediata. Sin embargo, después de más de un mes, el problema sigue sin resolverse.

La falta de inversión en seguridad digital evidencia que los recursos de la Fundació del Disseny se destinan a otros usos. Mantener un plan de protección web tiene un coste asumible, desde unos cientos hasta varios miles de euros anuales, pero su ausencia demuestra una gestión que prioriza otras áreas mientras deja expuesta su infraestructura digital.

Una web abandonada convertida en un portal de spam

El caso de la antigua web de Red-AEDE muestra una falta de gestión aún más grave. La que fuera la Red de Asociaciones Empresariales de Diseño Español, con sede en Madrid y centrada en la representación del diseño en el ámbito institucional y empresarial, dejó de operar tras transformarse o integrarse en la Red de Marcas Renombradas de España. Pero, en lugar de cerrar correctamente su infraestructura digital, la web quedó inactiva y sin supervisión, lo que la ha convertido en un blanco fácil para los atacantes.

Home page web red-aede.es
Artículos de la web Red-AEDE.es con enlaces a contenido para adultos.

Hoy, el dominio de Red-AEDE.es está tomado por ciberdelincuentes y utilizado como un sitio de referencia para la venta de productos farmacéuticos fraudulentos y enlaces a páginas de contenido para adultos. Lo que en su momento fue una plataforma de referencia para el diseño español ahora aparece en los buscadores asociado a spam y actividades ilícitas.

Este abandono no solo supone un problema de reputación para la entidad que gestionaba la web, sino que afecta a todo el sector. La presencia de una web hackeada y repleta de enlaces maliciosos en los resultados de búsqueda deteriora la imagen del diseño español y de las asociaciones que deberían velar por su profesionalización.

Los riesgos para los usuarios y la responsabilidad de los administradores

Más allá del impacto en la reputación de estas entidades, el riesgo principal lo enfrentan los usuarios que acceden a estas webs sin saber que han sido comprometidas. Un sitio hackeado puede redirigir a los visitantes a páginas fraudulentas, exponerlos a ataques de malware o incluso comprometer sus datos personales si los atacantes han tenido acceso a información interna.

En el caso de la Fundació del Disseny, no conocemos hasta que nivel los datos internos del sitio han sido afectados, lo que deja una gran incertidumbre sobre la seguridad de los correos electrónicos, registros o información de socios que puedan estar almacenados en la web. En el de Red-AEDE, el problema es aún más evidente: cualquiera que acceda al sitio se encuentra con enlaces engañosos que podrían derivar en estafas o infecciones de malware.

Desde un punto de vista legal, el incumplimiento de medidas de seguridad puede acarrear consecuencias graves, especialmente si se demuestra que los datos personales de los usuarios han sido comprometidos. Según el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), las organizaciones son responsables de garantizar la seguridad y confidencialidad de la información que almacenan. Si se confirma que datos personales han sido expuestos debido a una brecha de seguridad no gestionada a tiempo, la entidad podría enfrentarse a sanciones económicas que pueden alcanzar hasta 20 millones de euros o el 4 % de su facturación anual, además de una grave pérdida de confianza por parte de los afectados. La normativa exige, además, que cualquier incidente de seguridad sea comunicado a las autoridades competentes en un plazo máximo de 72 horas.

La ciberseguridad no es una opción, es una responsabilidad

Muchas de estas organizaciones centran su actividad en proyectos presenciales, en la gestión de subvenciones y en garantizar su operatividad interna y sus salarios, pero dejan de lado un aspecto clave en la era digital: la solidez de su presencia en la red. La obtención de fondos públicos o la organización de eventos parecen ocupar el grueso de sus esfuerzos, mientras que cuestiones como la seguridad digital o el impacto de sus plataformas en el ecosistema online del diseño quedan en segundo plano.

Una web comprometida no es solo un problema interno, sino que altera el posicionamiento del sector en los buscadores, genera incertidumbre entre los usuarios y puede poner en riesgo datos sensibles. Es llamativo que mientras algunas entidades otorgan premios o celebran iniciativas, su infraestructura digital permanezca vulnerable y sin protección. La imagen pública se cuida en determinados foros, pero se descuida en un espacio tan fundamental como la red.

Este escenario no es exclusivo de estos casos, sino que refleja una tendencia en la que muchas entidades vinculadas al diseño han priorizado su visibilidad inmediata sobre la construcción de estructuras digitales sólidas y seguras. La oportunidad de mejorar esta situación pasa por asumir que una organización no solo debe estar presente en el entorno digital, sino que debe hacerlo con responsabilidad, protegiendo tanto su propia reputación como a los profesionales a los que representa.

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