Su trabajo, a medio camino del diseño, la ciencia y el arte es una invitación a la reflexión del mundo datificado en el que –supuestamente– vivimos. Porque si bien se suele entender el fenómeno del big data como algo vinculado al mundo digital, ellos nos recuerdan que esto no es así, y nos hacen ver que la recolección y la visualización de datos tiene, como mínimo, un par de siglos de historia documentada.
Bajo el nombre de Domestic Data Streamers se encuentran un grupo de profesionales muy jóvenes que han resultado una verdadera renovación conceptual y formal en el mundo del diseño y el arte y que sin duda van a tener un enorme recorrido. Su trabajo les llevó a obtener un Premio Gràffica 2014.
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