Casa de América premiará con exposición pública y una tableta gráfica al ganador de su concurso

Ni la Navidad se salva de los concursos de diseño especulativos. Esta vez, el concurso se centra en la decoración navideña de la fachada de Casa de América, un consorcio público al que no le ha temblado el pulso a la hora de ‘remunerar’ al creativo que se encargue de este proyecto con la promesa de la exposición pública de su trabajo y una «tableta gráfica de regalo».

En su web y bajo el título ‘Cuento de Navidad’ Casa de América invita a los profesionales y a los estudiantes de diseño, decoración, interiorismo o arquitectura a participar en el concurso de decoración e iluminación de la fachada de su sede, el Palacio de Linares, en la plaza de Cibeles:

«Si eres diseñador, decorador, arquitecto o interiorista, o estudias para convertirte en uno de ellos, te proponemos este reto que tiene doble premio: por una parte que tu idea sea la que puedan admirar miles de personas durante las navidades en Casa de América, y por otro una tableta gráfica de regalo […]».

Por supuesto, existe un briefing –bastante ambicioso (tanto es así que la organización lo denomina como ‘reto’)– que los participantes deben cumplir si desean ganar este «doble premio».

«Se valorará positivamente que el proyecto se enmarque bajo una de las siguientes premisas: 1) Que bien se acerque a la decoración típica del s. XIX, época en la que se construyó el Palacio de Linares, para evocar toda una época. 2) Que se trate de una decoración que cree un contraste enorme con la fachada del palacio, por su propuesta moderna y alejada de lo tradicional».

Y para quienes, viendo el premio de este concurso, estaban pensado que no hay dinero de por medio, se equivocan. En realidad, hay 1.750 € (más IVA) disponibles pero –al contrario de lo que podría parecer lógico– no está claro que dentro de este presupuesto esté la remuneración del servicio que ofrece el creativo en sí, sino que, según las bases, está destinado a pagar el material y ‘la puesta en marcha de la decoración’: «Ese es el presupuesto máximo que Casa de América otorgará a la propuesta elegida para llevar a cabo la decoración. Con el que también el ganador ha de comprar los materiales propuestos, incluyendo la iluminación que es fundamental y que se justificará íntegramente mediante recibos, facturas y tickets».

Quizá uno de los primeros pensamientos que se le viene a uno tras ver la habitual retahíla de concursos especulativos de diseño (‘Tu peso en cerveza por ganar un concurso de diseño, ‘Una cena con el Gobernador Electo para el ganador de un concurso de logotipo, El Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina convoca un concurso cuyo premio ‘plus’ es la asistencia al propio congreso’ o ‘El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón premiará con un lote de libros al ganador del concurso de carteles de su Feria del Libro) sea: ‘Uff, al menos el autor no tiene que correr con los gastos del material’. Pero es inevitable acabar rumiando la siguiente pregunta: ¿Por qué los profesionales que se encargan de la fabricación y venta del material sí que merecen el pago de sus servicios y la persona que lleve a cabo el diseño de la decoración de la fachada no? Esta reflexión se torna todavía más absurda si se traslada a diferentes ámbitos profesionales. ¿Qué te dirían en un taller mecánico si dices que solo vas a pagar por las piezas que te han puesto en el coche, o en una peluquería si aseguras que solo pagarás por las tijeras que han usado para tu corte de pelo? Como estos, hay miles de ejemplos:

Una vez más nos quedamos atónitos al descubrir que no parece haber ningún tipo de límite en cuanto a este tipo de prácticas en los concursos de diseño y que estas siguen desprestigiando la profesión del diseñador. Además, el planteamiento del concurso, con la pretensión de que el autor trabaje gratis, conlleva a que las propuestas que se presenten no estén a la altura de un trabajo profesional que solucione verdaderamente las necesidades que tiene el proyecto. Entonces, ¿qué sentido tiene convocar ese tipo de concursos?

Si quieres saber más sobre cómo debería ser un concurso de diseño para que no se considere especulativo y que su resultado sea satisfactorio, puedes echarle un vistazo a La Asociación Galega de Deseñadores se posiciona contra los concursos de diseñoComunicado de la READ sobre los concursos de diseño, o a La EASD se niega a participar en un concurso de diseño que premia al ganador con 300 €, un lote de productos y visibilidad

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