La Escuela de Ilustración ESAT cumple 10 ediciones y para celebrarlo el ilustrador Carlos Ortin –director de la Escuela de Ilustración ESAT– nos cuenta su experiencia como creador de la escuela y como profesor en la misma, en una entrevista brindada por Alejandro Macharowski –responsable de Relaciones Institucionales en la Escuela Superior de Arte y Tecnología–.
Una década de ilustración en Valencia. La Escuela de Ilustración ESAT cumple 10 ediciones
En 2006, la joven Escuela Superior de Arte y Tecnología decide ampliar su campo de actividades y encarga al ilustrador Carlos Ortín la creación de la Escuela de Ilustración ESAT. Este, ante el reto, se preguntó: «¿Qué curso te hubiera gustado estudiar cuando decidiste ser ilustrador?». Después de trabajar con más de 200 alumnos y 24 profesores invitados, la respuesta ha sido muy positiva.
¿Cómo se os ocurrió diseñar este curso? ¿Había demanda de este tipo de talleres? Soy miembro fundador de la Asociación Profesional de Ilustradores de València (APIV) y venía notando desde hacía tiempo un interés cada vez mayor por la profesión entre los estudiantes y jóvenes que se acercaban a nosotros. Pero también notaba un gran desconocimiento de los elementos más importantes de nuestro trabajo, como la habilidad de hacer un trabajo competitivo y saber “venderlo” adecuadamente o la búsqueda del propio estilo o lenguaje gráfico para ser más reconocible; por decir solo un par de cosas que preocupan a la gente que empieza…
¿Cómo se hace la transición de ilustrador a profesor? Creo que sin ningún problema. Los ilustradores somos comunicadores natos y si lo que comunicamos es algo que nos apasiona y nuestro alumnos nos dan el feed-back adecuado, todo sale perfecto.
¿Cuáles son los cambios más importantes que ha habido en el sector de la ilustración durante estos 10 años? Cada año intentamos abrazar nuevas formas de trabajo para estar a la altura de los cambios tecnológicos y sociales que nos rodean; intentamos adaptarnos a las nuevas formas de entender el mundo y de comunicarnos. Esto, como profesionales, nos interesa conocerlo y aplicarlo y, por supuesto, ha de reflejarse en nuestros talleres.
Es importante que la gente conozca y entienda bien tu trabajo. Para ello hay que poner energía en enseñarlo de la mejor forma posible con los medios que hoy tenemos a nuestro alcance. Un buen trabajo, bien mostrado habla por sí mismo.
¿Cómo se estructura el Curso Avanzado de Ilustración Profesional? Es un curso donde la práctica y la teoría son inseparables. Prácticas de tipo profesional, por supuesto, apoyadas por correcciones continuas en público. Se pretende que el participante en los talleres haga una inmersión en el mundo de la ilustración para despejar sus dudas, que al principio son muchas.
¿Qué objetivos podrían definir vuestro trabajo? Cada uno de nuestros módulos se convierte en un taller dirigido por un profesional de alto nivel en activo. Gracias a que son muy dinámicos y nada académicos podemos ir directos al objetivo: que el alumno consiga crear un proyecto personal para introducirse en el mercado. Además, formamos grupos relativamente pequeños con la idea de poder ofrecer una enseñanza más personalizada.
Háblanos de los profesores. Los profesores son el gran activo del curso. Un equipo de nueve excelentes profesionales, especializados cada uno en la materia que imparte. Trabajamos con Toni Vaca, gran conocedor de las técnicas de ilustración digital; con Aitana Carrasco, premiada autora de álbumes ilustrados; con Mar Hernández Malota, autoeditora de gran experiencia; con Sento Llobell legendario dibujante conocedor de todos los trucos del oficio; con Miguel Ángel Giner Bou, uno de nuestros más importantes guionistas de cómic; con Paco Rico, especialista en pintura digital; con Raül Climent, diseñador de Estudio Menta; con Ignacio Meneu, uno de los más experimentados directores de animación; y conmigo mismo, que me ocupo de convertir ideas en imágenes para prensa, infantil y didáctica. Y no debo olvidar las interesantes clases magistrales con las que nos obsequiaron maestros como Arnal Ballester, Pablo Amargo, Isidro Ferrer, Javier Olivares, Gabriela Rubio, Pablo Auladell, Noemí Villamuza, Javier Zabala…
¿En qué momento os podéis considerar los profesores satisfechos de vuestro trabajo en el curso? Siempre depende de la respuesta del alumno, de la ilusión y ganas con las que se sumerja en nuestras propuestas. En estos casos siempre hay consecuencias positivas, como verles trabajar y cumplir sus expectativas. Una vez acabado el curso nuestra satisfacción es verles reconocidos en el mundo laboral como profesionales, fin último de nuestra Escuela de Ilustración. En estos diez años estamos orgullosos de nuestra aportación al reconocimiento del sector de la ilustración, y en la profesionalidad que hemos conseguido en nuestros estudiantes.
¿Qué es lo que más valoran los alumnos en el curso? Las personas que empiezan en la ilustración necesitan tener una información que no se consigue por uno mismo de manera inmediata, sino después de bastante tiempo trabajando. Información sobre formas de comunicar, expresarse y empatizar con el dibujo y la imagen, e información de como defender su trabajo y comportarse como un profesional. Estas prácticas son muy apreciadas por los participantes.
Carlos Ortín
Carlos Orín es Ilustrador freelance, especializado en prensa, libro ilustrado y cómics; es coordinador de proyectos gráficos y ha colaborado con El País, Babelia, El País Semanal, La Mirada, El Dominical, Ciberp@ís, Tentaciones, y Jot Down entre otras; ha publicado en editoriales como Media Vaca, Kalandraka, Tàndem, Alfaguara, Barco de Vapor, Santillana, Imaginarium…; es comisario de exposiciones y autor de conferencias y talleres impartidos en España, Italia, Portugal, China y Colombia; es presidente de la Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales 2003/2007; es Premio Nacional del Ministerio de Cultura a las Mejores Ilustraciones para Libro de Texto y segundo Premio Nacional a las Mejores Ilustraciones Infantiles y Juveniles. Actualmente es director de la Escuela de Ilustración ESAT.