Bajo el lema #QueremosLoBásico, el sello Basic Label nació en julio para reivindicar los derechos de los becarios en las agencias de publicidad y medios, así como para paliar las injusticias que viven en el sector. Unos meses después de su lanzamiento, la acogida está resultando alentadora y algunos medios se están planteando unirse a la propuesta: Roastbrief ha sido el primero.

Desde el colectivo Basic Label prefieren mantenerse en el anonimato y alegan que es por una cuestión de protección «a nivel laboral de quien está detrás» de la iniciativa. Matizan que, seguramente, algún día arrojarán luz sobre esta incógnita, pero, de momento, prefieren evitar que se relacione el movimiento reivindicativo con una sola persona.
Su ideadora, una redactora creativa con perfil junior, explica la motivación que sintió para embarcarse en este acto de lucha: «Me venía quemando desde que firmé mi primer convenio. Terminé de estallar cuando 10 meses después –detrás mucho curro y horas invertidas en dos agencias diferentes– me quedé en ‘paro’».
«Pensé: tengo tiempo, tengo ganas y estoy enfadada. Vamos a intentarlo».
Basic Label.
Basic Label pretende ser el sello que garantice a los becarios su seguridad laboral y el reconocimiento de su trabajo por parte de las agencias. En esta línea, ellos y ellas piden «lo básico»: por un lado, que se le pague a cada becario al mes, como mínimo, «el precio medio del alquiler de una habitación», y, por otro, informar a los becarios «por escrito y quince días antes de la finalización de sus convenios» de su futuro en la propia empresa.
«Mi experiencia como becaria no ha hecho que quiera dejar de dedicarme a la publicidad, pero sí me he planteado formarme en otros campos o intentar acceder a otros puestos de trabajo. Sin embargo, antes de darme por vencida y abandonar el sector, quería intentar hacer algo para cambiarlo».
Basic Label.
Entre los aspectos positivos que ofrece el sello Basic Label, uno de ellos es el respaldo a las empresas que «se preocupan por las nuevas generaciones» y su situación laboral –Roastbrief, un blog de publicidad y marketing de Iberoamérica, ya se ha sumado al cambio–: «Para los becarios es positivo porque el sello pretende ser una herramienta para saber por adelantado si una organización está comprometida a dar unos mínimos básicos», expresa la redactora creativa.
Asimismo, apunta que es necesario abrir «el debate sobre qué es un becario» y comenta que, según su parecer, se trata de una situación en la que «la empresa es la que saca el mayor beneficio de la relación empresa-becario; esa persona pasa a ser un falso becario, porque está trabajando, no formándose».