Aún no he podido quitarme la sonrisa de la cara desde ayer. Qué gran día vivimos todos y cuánto aprendimos de talento y creatividad. Gracias Víctor y Ana por volver a casa y celebrar con nosotros los 10 años de los Premios Gràffica. Qué gran organización, que calidad de ponentes, de premiados, de todo. Y qué ilusión me hizo poder participar y contar el proyecto de Valencia World Design Capital.
Tanto por la mañana en los Graffica Talks como en la entrega de premios de la tarde, el nivel de las ponencias, de los participantes, la cercanía con ellos y la organización, perfecta e impecable, fue admirable y un regalo para todos los que asistimos.
Escuchar a Pucho, cantante de Vetusta Morla, hablando en directo en Radio3 y descubrir que este premio le era súper especial porque es diseñador de formación; al gran Javier Jaén con sus espectaculares proyectos contados de primera mano con ese humor tan suyo que te gana inmediatamente; a Diego Areso, director de arte de El País, seguramente el Director de Arte cuyo trabajo es más visto en España y las complicaciones que tiene su puesto en un medio gráficamente más conservador; la cómica conversación entre Darío Adanti y Patricia Espejo hablando sobre redes sociales o los excelentes Folch Studio, que nos dejaron boquiabiertos con esa capacidad de contar historias desde un gran contenido y un trabajo gráfico fantástico, ya sea para marcas de ropa, proyectos propios editoriales o cualquier brief que aterrice en su mesa.
Y luego esas píldoras de talento valenciano, con proyectos que están posicionado a la ciudad como un epicentro internacional. Anna Devís y Daniel Rueda con ese lenguaje gráfico tan particular y maravilloso, esas imágenes que ya les solicitan marcas de todo el mundo y que no puedes más que admirar y disfrutar. Cuánto talento en casa.
El Colectivo TAV con su inmensa creatividad y esa capacidad que han tenido de reinventar la cinta adhesiva para crear instalaciones coloridas y llamativas, que reinventar el espacio (tanto privado como urbano) con geometrías sencillas pero llenas de arte.
Democracia Studio, el estudio de diseño gráfico que apunta maneras en cada trabajo por su capacidad creativa o los chicos de The Music Republic, con los que descubres que los logotipos de los grandes festivales de música son obra suya. Y bueno, el proyecto en el que llevamos tiempo trabajando y que tuve la suerte de presentar: València Capital Mundial del Diseño 2022. Un reto en que son los diseñadores los que han de ser protagonistas y beneficiados, y en los que creo que conseguí transmitir la ilusión y emoción que sentimos por lo que hemos conseguido y todo lo que queda por venir.
La tarde fue el colofón de algo maravilloso. Cuatro horas de gala que se pasaron como cinco minutos. El hecho de poder asistir a una entrega de premios donde cada uno tiene tiempo de relatar su proyecto, de contártelo de primera mano y de hacerte partícipe de su carrera, de sus anhelos, de su día a día. Eso no tiene precio. Porque si algo maravilloso tienen los Premios Gràffica es que nadie se presenta. Y ese agradecimiento al sector, a los profesionales que lo han llevado hasta ahí, se nota en cada una de las declaraciones de los premiados.
Comenzamos con Nacho Padilla, el diseñador que ha sido hasta hace bien poco el Director de Arte del Ayuntamiento de Madrid. Una figura que debería ser obligada en las instituciones de cada ciudad, y aunque lamentablemente los madrileños ya no pueden disfrutar de su trabajo y criterio, está haciendo una labor maravillosa de difusión de su figura que seguro será el germen de un cambio sistémico y social en muchas ciudades de España.
Pucho, de Vetusta Morla fue increíble, como no podía ser menos. Nos contó como este premio suponía para él lo que podía ser el premio de su vida, puesto que antes de músico fue diseñador. Que siempre ha tenido una conciencia gráfica en cada uno de sus trabajos y que le encantaba podernos contar la historia de su banda, una historia de 21 años, desde esa visión gráfica. Desde los primeros carteles que él mismo diseñaba para anunciar sus conciertos en Tres Cantos a su último disco —que justo lanzan esta semana— con el diseñado Gorka Olmo. Un viaje maravilloso y amenizado con su música de fondo, que hace que todo sea, si cabe, mejor.
Qué sensibilidad, qué trabajo y qué capacidad de conmover de los chicos de Ruido Photo, un colectivo de fotoperiodistas que hace imagen documental desde una perspectiva de los Derechos Humanos. Acompañan y viajan junto a migrantes de distintas zonas del mundo para documentar sus vivencias, que van desde África, Sudamérica, Asia o Europa. Edu Ponces nos contó la tremenda historia de una niña que encontró en la costa de Lesbos, recién llegada en una patera desde el norte de África, vestida de princesa y con unas gafas de mentira. Una imagen que puede esconder el regalo de sus padres: le permitieron vestirse con su ropa favorita para poder llevar mejor el que sería, sin duda, uno de los momentos más duros de su vida. Y así, cientos de historias, de fotografías, de historias humanas y conmovedoras que persiguen para poder transmitirnos y concienciarnos.
Los jóvenes diseñadores de Nomada Studio nos enseñaron que cualquier cosa puede ser diferente, artística y creativa. Incluso un videojuego. Y así nos presentaron GRIS, un videojuego de aventuras, plataformas y rompecabezas donde el usuario acompaña a una joven que ha perdido la vez. Una joven que conforme avanza crea escenarios cromáticos, geométricos y oníricos que querrías poder imprimir y empapelar por toda la casa. Un mundo gráfico de una calidad espectacular donde el arte y la ilustración son más importantes que la propia protagonista.
La contracultura vino de la mano de Mery Cuesta, un torbellino que no sabía cómo considerarse: ¿artista? ¿crítica?. Una inconformista en constante evolución que experimenta con disciplinas, con la cultura visual y con la divulgación clítica con un estilo propio inconfundible, transgresor y una mezcla de disciplinas donde se atreve con todo. Un descubrimiento por mi parte comprometida y valiente.
Valiente fue también Verónica Fuerte, diseñadora gráfica y directora de Hey Studio. Un estudio creativo de Barcelona que se ha hecho un hueco en la escena nacional e internacional gracias al carácter de su directora, llena de color y expresividad. Una mujer de carácter que supo transmitirnos su historia y trayectoria, sus éxitos y evolución, de la mano de trabajos gráficos de primer nivel. Y hacerlo siendo madre, autónoma, mujer y muy valiente. Bravo por su ejemplo para cientos de otras diseñadoras gráficas.
Como icono nos faltó el encuentro con Toni Segarra, que mandó un precioso vídeo diciendo lo que todos ya sabíamos: que Gràffica es sin duda una de las revistas más serias, más influyentes y más maravillosas del mundo en cultura visual. Y el dolor que sentía de no poder acompañarnos. Una pena perdernos al padre de la publicidad española, a una persona tímida y brillante a partes iguales que ha creado las mejores campañas de publicidad de España.
Pero para creatividad la de Alberto González. Querido Antonio para los amigos. La gran sorpresa de la noche. Subió con su porte serio, elegante, tímido y en pocos minutos nos hizo llorar de la risa. Su trabajo se concentra en los últimos años en horas de visualización de vídeos para generar mini piezas que se proyectan cada noche en el Intermedio. Sí, esos mini videos de políticos que al ser trucados son magistrales. Eso combinado con toda su imaginación y creatividad que le lleva a hacer cómics, videos, gifs y todo lo que sale de esa mente inquieta y brillante. Tremendo. Hacía años que no me reía tanto. Muy muy fan.
Otro de los proyectos que me llegó al corazón y me tocó muy de cerca fue La Casa de Carlota. Un estudio de diseño donde trabajan creativos neurotípicos y otros que no lo son, es decir, personas con síndrome de down y autistas. Y no lo hacen por una cuestión social o de necesidad de emplearlos. No, al contrario. Son personas con una creatividad tan potente que aportan ideas y conceptos que quedan muy lejos de un creativo neurotípico. Y que dan lugar a campañas de comunicación diferentes, llenas de creatividad y donde los cánones típicos de creación parten de una base distinta. Un proyecto súper bonito, valiente y que trata por igual a personas con necesidades tan diferentes.
Y no pudo acabar más que con un grande. Paco Roca, nuestro Paco Roca. Ese pequeño hombre humilde, maravilloso, cercano, talentoso, comunicador, dibujante y buena persona. Qué suerte tenemos de tenerle tan cerca, de verdad. Qué capacidad de transmitir todo con imágenes y de abrirnos su corazón desde el cómic. No tiene obra mala, y más cuando él mismo te cuenta su proceso. Y además fue el gran Mac Diego quién le entregó el premio. Un momento que no olvidaremos y que afortunadamente pudimos vivir en casa, con un público de amigos conmovidos por este pequeño hombre.
No puedo acabar esta crónica sin agradeceros de nuevo a todo el equipo de Gràffica vuestro trabajo ayer y cada día. Somos todos mucho mejores, conscientes, cultos y felices por lo que hacéis cada día. Y gracias por juntarnos a todos y hacernos sentir como colectivo. Se os quiere.