4 criterios que debes conocer para elegir la tipografía de tu app


Una aplicación debe ser usable, accesible y, ante todo, útil. Los profesionales que se dedican a desarrollar apps han de tener en cuenta diferentes elementos como el color, la navegación y, cómo no, la tipografía. Saber qué fuente elegir y cómo implementarla en la interfaz de usuario es fundamental. Manuel Sesma, asesor tipográfico y profesor en U-tad, centro que ofrece el Grado en Diseño Visual de Contenidos Digitales, lo sabe bien. Por eso, nos proporciona estos cuatro criterios para elegir la tipografía de nuestra app. ¡Toma nota!

1. Legibilidad.

La legibilidad es la cualidad de un texto que le permite ser leído de forma clara, y es precisamente el concepto de claridad en el que nos centraremos en este apartado. Si nuestro objetivo es conseguir que el contenido de nuestra app se perciba con la máxima claridad resulta evidente que debemos utilizar familias tipográficas que no tengan rasgos formales extravagantes que dificulten la correcta percepción de los caracteres.

Las tipografías con rasgos decorativos generalmente dificultan la legibilidad. Fuente: Apple

En el caso específico de los entornos móviles la legibilidad está condicionada en gran medida por el tamaño del soporte, en este caso la pantalla. Al tratarse de dispositivos relativamente pequeños debemos asegurarnos de que el tamaño y los espacios en nuestro texto sean los correctos para optimizar la legibilidad. Atendiendo al tamaño de los textos existen dos reglas que podemos tomar como punto de partida: como norma general intentaremos que el tamaño mínimo de nuestro texto no sea inferior a 16 px, y que el número de caracteres por línea sea de aproximadamente 30 o 40. También tendremos en cuenta que un espaciado generoso entre líneas y párrafos hará que nuestro texto resulte menos denso y más apetecible de leer.

Un tamaño adecuado para el texto resultará en una cantidad de caracteres por línea que facilita la lectura. Fuente: Apple
2. Personalidad.

Una tipografía que logre transmitir los valores de nuestra marca es, sin duda, un gran aliada para nuestra app. Para ello, primero tenemos que preguntarnos cuáles son los mensajes que quiere expresar nuestro producto o servicio. Solo una vez tengamos claro dicha finalidad podremos escoger una tipografía que encaje con la misma línea que estamos erigiendo.

Si, por ejemplo, nuestra app ofrece un servicio de carácter tecnológico no tendría mucho sentido que escogiéramos una tipografía que evoque al texto manuscrito, puesto que existiría una evidente incoherencia con nuestros principios. Si, al contrario, queremos una fuente que defina, por ejemplo, una app sobre una marca de vino sofisticada, un producto gourmet o un artículo de joyería, la tipografía debería presentar valores como la elegancia o la amabilidad, puesto que nuestro producto bien podría representar estos pretextos.

A través de la tipografía se puede dotar a una aplicación de riqueza visual y de valores estéticos. Fuente: claudbert.com

Lo fundamental es que no perdamos de vista que cualquier rasgo de personalidad en la tipografía debe estar orientado a enriquecer la experiencia del usuario. Debemos preguntarnos: ¿qué espera el usuario cuando usa mi aplicación? Comprar un producto, obtener información o entretenimiento son algunas respuestas posibles. En base a ellas orientaremos nuestras decisiones para que las expectativas del usuario se vean totalmente cumplidas.

3. Accesibilidad.

Entendemos por accesibilidad la idea de que nuestra aplicación pueda ser usada por todos, especialmente por personas con capacidades de percepción reducidas. Además de usar un tamaño de texto que no sea demasiado pequeño, como hemos visto anteriormente, es necesario tomar en consideración el color del texto y el contraste que presenta con respecto al fondo. En principio podemos pensar que un texto completamente negro sobre un fondo completamente blanco es el más adecuado por ofrecer la mayor cantidad de contraste. No obstante este exceso de contraste puede fatigar la vista, además de resultar problemático para personas disléxicas, quienes perciben peor el texto en estas condiciones.

En general los expertos aconsejan utilizar un gris oscuro y un blanco con cierto tono como base para el texto, ya que un contraste suavizado resulta más ameno para la lectura. Sin embargo, los dispositivos móviles están pensados para usarse bajo condiciones de luz variables. Así, si por ejemplo, nuestro texto presenta un nivel de contraste bajo, podría no ser visible en una pantalla a plena luz del día. El contraste es pues un aspecto en el que hay que obtener un equilibrio muy preciso, lo cual conseguiremos a través de pruebas de usabilidad con diferentes dispositivos y usuarios.

Un contraste suavizado es más agradable a la vista, pero si resulta insuficiente puede penalizar gravemente la lectura. Fuente: Apple
4. Adaptabilidad.

Los dispositivos de última generación cuentan con resoluciones más que suficientes para mostrar cualquier gráfico o texto con el máximo detalle, no obstante debemos tener en cuenta que existe un gran número de usuarios a nivel mundial cuyos dispositivos pueden ser más antiguos o de inferiores características, (más baja resolución o densidad de píxeles) y debemos asegurarnos de que nuestro texto también se mostrará de forma óptima en estas condiciones. Para ello intentaremos trabajar con los pesos regular o medium, y evitaremos el uso de las variedades light o bold en los cuerpos de texto más reducidos, ya que los detalles muy finos o las formas muy cerradas de estos pesos tienden a reproducirse pobremente en pantalla.

El motivo de esto es que para la reproducción del texto en pantalla es necesario transformar las curvas vectoriales de la tipografía en matrices de píxeles, y esta conversión, si se hace de forma automática, no siempre ofrece los mejores resultados. Es por esto que los diseñadores de tipografías aplican un proceso denominado hinting, que consiste en ajustar de forma específica el trazado de cada carácter de la familia tipográfica para que su reproducción en píxeles sea lo más fiel posible al diseño original. De aquí se desprende la importancia de utilizar tipografías diseñadas específicamente para su uso en pantalla.

El hinting mejora la visualización de los caracteres tipográficos según la densidad de píxeles en pantalla.

Algunas opciones interesantes para seleccionar una familia tipográfica para una aplicación móvil son, por ejemplo, las tipografías propias de los sistemas operativos móviles como San Francisco (fuente por defecto en iOS) o Roboto (Android). Estas tipografías han sido diseñadas para su óptima renderización en sus respectivas plataformas y son una garantía de legibilidad. Si deseamos más variedad, las denominadas webfonts están a nuestra disposición en plataformas de distribución como Google Fonts o Typekit, y también nos garantizan una reproducción adecuada en pantalla.

Elegir una tipografía, en conclusión, responde a cuatro criterios principales que no se pueden perder de vista. Ello, sin embargo, no es el único patrón para trazar con éxito una app. En el Grado en Diseño Visual de Contenidos Digitales impartido por U-tad puedes encontrar otras claves igual de válidas para tener en éxito en tus proyectos, y conocer de cerca todos las pasos necesarios para llevarlos a cabo.

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